Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-10-11 • Acentos
Lo bueno fue que nos dijeron que no nos iba a afectar. La crisis financiera por la que atraviesa la economía norteamericana, todavía no toca fondo; después de una semana negra para Wall Street y la mayoría de las bolsas en el mundo, y con el aparente paliativo que provocó la aprobación del Fobaproa norteamericano en el Senado y luego en la Cámara de Representantes, el valor del dólar en el mercado mexicano se disparó a niveles que semanas atrás parecerían lejanos.
Aunado a lo anterior, funcionarios estadunidenses han declarado que efectivamente la crisis afectará a México y a los mexicanos; mientras que aquí el gobierno calderonista se aferra muy a su costumbre de desdibujar la realidad y asegurar que el país no se vería afectado, para luego, ya con todo el problema encima insistir que en todo caso las consecuencias serán mínimas.
El panorama internacional se ha tornado de manera peligrosamente incierta, muchas de las circunstancias que ya nos comienzan a aquejar son el resultado de la globalización y de la apuesta por una economía de mercado, pero el problema va más allá.
Cuando por ejemplo, países europeos conscientes de la realidad en el concierto internacional implementaron con antelación medidas firmes y precisas para abatir la desaceleración de sus ritmos de crecimiento, proteger y garantizar sus inversiones, así como guardar las mejores precauciones en sus políticas macro y micro económicas, en México sólo se le apuesta a negar la realidad y esperar lo que pueda pasar, quedando el gobierno en mero espectador en medio de un tsunami de recesión que amenaza con provocar una crisis mundial del orden o superior a la de la gran depresión en 1929.
El regreso de mexicanos que laboraban en los Estados Unidos, es una nueva realidad; regresan a reencontrarse con sus familias, eso es bueno; lo malo es que regresan porque las condiciones allá así los han obligado.
Con menos ingresos por remesas, incrementos en los combustibles, la depreciación del peso, la escasa o nula generación de empleos y en general con un panorama poco halagüeño ¿Qué les espera a nuestros compatriotas?
Jalisco es uno de los estados que cuenta con mayor índice de población migrante en los Estados Unidos, originarios sobretodo de municipios fuera de la zona metropolitana ¿Cuál es el plan de Emilio González ahora que la situación allá los obliga a regresar? ¿También le valdrá madre?
Mientras el gobierno federal y el estatal minimizan un problema que no alcanzan a entender, lo que es seguro es que ni Felipe Calderón será como el mismo se autonombró, el presidente del empleo, ni los mexicanos podremos vivir mejor.
salvador@salvadorcosio.org
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