Sálvese quien pueda

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-10-18 • Acentos
La crisis económica estadunidense ha tomado dimensiones inesperadas incluso para los propios analistas de Nueva York. Los principales indicadores de las bolsas del mundo han sido volátiles en los últimos días a causa de la especulación.
El problema financiero generado en Estados Unidos de América ha contagiado al mundo y ha puesto en evidencia no sólo al sistema capitalista, sino también a la capacidad de los gobiernos para hacer frente a un entorno global de recesión que desde ya ha mermado las expectativas de crecimiento de los países emergentes como el nuestro.
Tan grave es el descalabro económico que en el vecino país del norte el tema de todos los días gira en torno al trance por el que atraviesan. Las elecciones presidenciales de noviembre pasarán a la historia no sólo por el resultado que se antoja predecible, sino porque sucederán en medio de una crisis que no se había vivido desde finales de los años veinte y principios de los treinta.
Pero si en Estados Unidos hay turbulencia, aquí hay tormentas que amenazan severamente el rumbo económico del país. La cercanía y dependencia de nuestro país propicia que no debamos ser ajenos a los acontecimientos que suceden en el norte, irremediablemente la primera consecuencia lógica de la debacle del otrora país más poderoso del mundo ya se ha dejado sentir en México.
Pero en toda crisis hay una oportunidad que debería ser aprovechada por el gobierno mexicano, como fortalecer el mercado interno y estimular la autosuficiencia, pero contrario a ello miente y especula provocando incertidumbre en las inversiones y volatilidad en los mercados.
Lamentablemente la crisis que ya nos alcanzó será el pretexto ideal para justificar las torpezas y la ineficiencia de los gobiernos en sus tres órdenes, qué fácil será decir que no se creció o que no se alcanzaron las expectativas, mientras aumenta el número de mexicanos en pobreza o en carencia de los servicios básicos para vivir.
Será muy cómodo afirmar que el contexto internacional anuló la posibilidad de elevar la calidad de vida, mientras que la brecha entre ricos y pobres se hace más amplia.
Qué buena justificación tendrá este gobierno panista para no hacer o dejar de hacer lo que prometió en campaña. El gobierno no está preparado para los efectos de una crisis prolongada como tampoco nunca lo estuvo para gobernar aun en tiempos de bonanza, su escasa legitimidad no le concede autoridad para liderar y conducir al país no ya por mejores rumbos, sino por los menos accidentados.
Si esto ocurre hoy cuando nos dijeron que no iba a pasar nada y la constante ha sido lo contrario, ¿qué podemos esperar mañana?
salvador@salvadorcosio.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario