Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-11-07 • Acentos
Sin mayores sorpresas fue aprobado el paquete fiscal 2010, cuyas principales líneas de controversia tienen que ver con el incremento del IVA, el ISR y el impuesto de 3 por ciento para algunos servicios de telecomunicaciones y redes.
A nadie deja satisfecho la aprobación de la miscelánea fiscal, votada en medio de complacencias y complicidades por parte de legisladores de los partidos mayoritarios, porque solamente se trata de una medida recaudatoria que no soluciona el fondo del problema. Sigue siendo la misma base de contribuyentes y se olvida que la evasión fiscal representa más de la mitad del padrón de causantes.
Endeble y sin fortaleza, el paquete fiscal servirá sólo para transitar el 2010 con mediocridad, ineficiencia y sin resultados.
Ni el PRI ni el PAN jugaron sus cartas al azar. Ambos se culparon de la medida que golpeará los bolsillos de los mexicanos e intentaron, incluso, desmarcarse de la paternidad de la propuesta aprobada, ofendiendo la inteligencia de los ciudadanos, quienes de antemano sabemos la trascendencia de la responsabilidad de unos y otros; quienes la impulsaron y los que no hicieron nada para frenarla.
Jalisco no es la excepción, pues mientras la federación intenta erráticamente remendar las ineptitudes de los responsables de la conducción económica del país, aquí la imposición y el desorden gubernamental siguen siendo la constante dentro de un gobierno estatal fallido y recurrente en excesos de todo tipo.
No obstante que la contingencia económica internacional ha obligado a recortes presupuestales, aquí la costumbre de entregar carretadas de dinero público a intereses particulares no ha menguado en el ánimo del gobierno que encabeza Emilio González, quien ahora pretende volver a endeudar a los jaliscienses con dos mil quinientos millones de pesos.
El presupuesto que Emilio González ha enviado al Congreso del Estado es del orden de los 63 mil 760 millones de pesos y privilegia el gasto nominal en los tres Poderes del Estado, y hace notorio el recorte a obras de infraestructura. ¿Será acaso porque el próximo año no es electoral?
No sorprende la intentona de Emilio González, quien aprovechando varias coyunturas e intentando justificar con supuestos ahorros la petición para desaparecer el Consejo de la Judicatura : busca disminuir la influencia de adversarios políticos al interior de su propio partido. No es entonces el fondo organizar y eficientar al Poder Judicial, sino amagar con cotos de poder.
El Poder Judicial de Jalisco requiere una reforma integral que privilegie la impartición y administración de justicia y garantice su autonomía, libertad e independencia, para no estar a merced de los vaivenes políticos.
Una vez más, como sucedió con el reconocimiento tácito del fracaso de Acediano, hoy se anuncia que un órgano creado por los panistas se hizo obeso e inoperante porque más que ofrecer beneficios para los gobernados, complica con sus desencuentros al interior del propio Poder Judicial el derecho de los ciudadanos para tener una justicia más pronta, rápida y expedita.
salvador@salvadorcosio.org
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