Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-10-31 • Acentos
Tomar conciencia sobre la ventaja estratégica de contar con reservas acuíferas debe ser prioridad para cualquier gobierno que se jacte de buscar desarrollo y crecimiento en equilibrio con el medio ambiente.
El desarrollo sustentable, poco favorecido por los recientes gobiernos estatales, obligan hoy a los jaliscienses a buscar soluciones frente a las agudas necesidades que estos tiempos plantean; medidas preventivas sin simulaciones e improvisaciones como ha ocurrido en últimas fechas, que más que aportar beneficios, magnifican el problema y hacen más inconsistente la respuesta puntual y obligada que merece la sociedad frente a un problema que ya nos alcanzó.
El tema de la captación y distribución del agua para la zona metropolitana de Guadalajara no es nuevo, sin embargo el arribo de improvisados a las administraciones públicas y a los organismos encargados de planear y administrar los suministros del vital líquido, han dilatado proyectos viables que en su momento fueron concebidos por reconocidos expertos en la materia.
El fracaso de Arcediano tiene que ver no sólo con la inviabilidad integral del proyecto, sino con una interminable serie de irregularidades técnicas, financieras, ecológicas y socio-políticas, donde la improvisación, la corrupción y el conflicto de intereses abonaron al malogrado proyecto que ya ha costado a los jaliscienses por lo menos 300 millones de pesos.
Arcediano se planteó construir desde 2005 sobre el caudal del contaminado río Santiago y contemplaba una cortina de unos 500 metros de longitud y una altura de 140 metros , con capacidad para 400 millones de metros cúbicos de agua.
Obra emblemática de un gobierno estatal fallido, de tristes recuerdos, que al paso de los años ha dejado claro que es fiel reflejo del desempeño de los gobiernos que la han promovido.
El proyecto no cumple ni siquiera con las especificaciones y estándares impuestos por la Semarnat , mucho menos con los lineamientos que instituciones como la CFE han manifestado en torno a los riesgos sísmicos a que se enfrentaría la cortina de concreto planteada por los promotores de la obra.
Gobiernos visionarios que ante la inminente problemática que veían venir decidieron impulsar el proyecto de presas mejor conocido como sistema La Zurda- Calderón , como solución al abastecimiento de agua en la zona metropolitana, fueron tachados de inviables e insostenibles, aunado a las turbulencias políticas de la época.
Hoy los propios panistas reconocen que un proyecto originado hace unos 15 o 16 años por don Guillermo Cosío Vidaurri, sería la mejor solución para el problema de abastecimiento de agua.
El río Calderón es un importante afluente del río Santiago y forma parte de la subcuenca del río Verde, con usos principales para riego agrícola, control de avenidas, abrevadero, pesca comercial y recreativa, además de abastecimiento para consumo humano.
No hay entonces que escupir para arriba, mucho menos cuando se tiene la lengua ligera, porque las facturas pendientes, tarde o temprano se pagan.
salvador@salvadorcosio.org
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