Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-10-24 • Acentos
La aprobación del paquete fiscal para el ejercicio 2010 votada a favor por la mayoría de los legisladores priistas y panistas en la Cámara de Diputados, ha sido calificada como un acto reprochable, reprobable e irresponsable por parte de quienes en campaña prometieron no aumentar impuestos, para no seguir sangrando la deteriorada economía de las familias mexicanas.
La propuesta del Ejecutivo, planteaba entre otras cosas un polémico impuesto de 2 por ciento generalizado al consumo de productos y servicios, lo que hubiera significado alcanzar un 17 por ciento de IVA en algunos casos, sin embargo los diputados acordaron aprobar un IVA de 16 por ciento y aumentar 2 por ciento al Impuesto Sobre la Renta , entre otras medidas recaudatorias.
Impopular y regresivo, la miscelánea fiscal deja como desde hace años un mal sabor de boca, ya que la propuesta aprobada en la cámara baja no busca incentivar el gasto como medida frente a la crisis internacional, sino que lo inhibe y contrae en detrimento del desarrollo y crecimiento económico.
Aumentar un punto porcentual en el IVA no soluciona el problema de fondo, puesto que será la misma base de contribuyentes sobre los que se incremente el porcentaje, mas no se busca la ampliación de la base que a corto y mediano plazo significaría no sólo una mayor recaudación, sino la integración de más contribuyentes al padrón fiscal, que hoy en día, será apenas de 50 por ciento de la totalidad de los sujetos económicamente activos.
Tampoco el aumento al porcentaje del Impuesto Sobre la Renta propicia el mejoramiento económico, pues en la práctica significaría que aquellas personas que menos sueldos perciban tendrán que ser sujetos a la retención.
En pocas palabras en vez de incentivar el consumo, la propuesta aprobada por los legisladores mermará las posibilidades de los ciudadanos que menos ganan, de tener acceso a productos y servicios con lo que el mercado interno seguirá contrayéndose.
Ante la situación actual, debe buscarse lejos de posiciones partidistas un consenso que permita hacer frente a una realidad que los gobiernos no quieren ver, es prioritario antes de pensar en las próximas elecciones, cumplirle al país y a la sociedad con una propuesta fiscal que integre elementos reales de competitividad, fiscalización efectiva, promoción del ahorro, fomento del consumo e inversión y que busque la generación de empleos para detonar el proceso económico, sin embargo las erráticas políticas promovidas desde la Presidencia de la República en complicidad con algunos diputados del PRI y del PAN parecen buscar todo lo contrario.
El paquete fiscal aprobado golpea flagrantemente todos los estratos sociales y generaliza la disminución de riqueza en todos los niveles.
Se castiga a quien cumple con la obligación de contribuir al fisco y se premia a la evasión, con lo que se estimula el comercio y las prácticas informales, la corrupción, impunidad y en general el desorden económico.
Si en la Cámara de Diputados, los legisladores de los partidos mayoritarios, incluso los jaliscienses, no tuvieron la estatura para defender los intereses de la sociedad, habrá que ver si en el Senado existe mayor conciencia y mejores determinaciones en beneficio de los mexicanos.
Es una lástima que se lucre partidista y políticamente con un tema tan delicado como lo es el económico, en un país donde más de la mitad de la población es pobre, como pobre es el desempeño y actuación de muchos de los diputados federales.
salvador@salvadorcosio.org
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