Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-11-14 • Acentos
El tema de certidumbre y seguridad en las pensiones y las diversas prestaciones que ofrece para los empleados gubernamentales la Dirección de Pensiones del Estado de Jalisco no es menor, y así quedó demostrado recientemente con la polémica aprobación de la ley en la materia, que entre otras cosas prevé la creación del Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco.
Voces a favor y en contra se dejaron escuchar durante una maratónica sesión legislativa que se prolongó, como es costumbre en estos temas, hasta altas horas, para concluir con lo que era inevitable: la aprobación de la reforma.
Causa curiosidad el despacho que los legisladores dieron a una iniciativa enviada por el Ejecutivo recientemente, en comparación de otras que han guardado el “sueño de los justos” en la congeladora legislativa, pues sobrará quien asuma que, lejos de prever futuras contingencias, se trata sólo de una urgencia de orden político más que de naturaleza social.
El fondo del asunto tiene que ver con la capacidad financiera de la institución para hacer frente a las necesidades de los servidores públicos al servicio del Estado, que aportan a un fondo que les genera toda una serie de prestaciones durante y después de su desempeño laboral. En pocas palabras, quienes aprobaron la ley argumentaron que su aplicación garantizaría viabilidad y liquidez financiera, con lo que se evitaría un presumible colapso económico a mediano y largo plazo en detrimento de los derechos y prestaciones que la ley otorga a los empleados gubernamentales en las condiciones que la misma establece. No deja de causar suspicacia el hecho de haber movilizado el aparato magisterial en torno a la aprobación de la ley, puesto que aparentemente les ofrece mayores beneficios con relación a otros servidores públicos, lo que se interpreta como un intento de legitimación al cuerpo legal aprobado por diputados del PAN, PVEM y PANAL.
Relegado quedó el tema de los Hospitales Civiles de Guadalajara, quienes desde hace meses mantienen pugnas y plantones contra el gobierno del estado en relación con el tratamiento que se ha dado a sus aportaciones al fondo de pensiones del Estado. Minimizados por los maestros —que debieron haber acordado con el propio Ejecutivo cancelar actividades docentes el jueves para plantarse en la Plaza Liberación y el viernes para festejar su triunfo legislativo— los médicos y empleados de los Hospitales Civiles de Guadalajara no se notaron frente a la carretada magisterial operada, seguramente y entre otros, por el líder de la Sección 47 y actual diputado local Guadalupe Madera Godoy.
Con la nueva ley, la Dirección de Pensiones del Estado tendrá más dinero. Sin embargo, han surgido inquietudes al desconocer a ciencia cierta las inversiones que tendrán las aportaciones de los fondos de los trabajadores, los destinos mediatos y la manera en que habrán de aplicarse y en beneficio de quien. Algunos aventurados sostienen que, a falta de recursos que tendrán los panistas en los ayuntamientos metropolitanos para financiar proyectos políticos con miras a las elecciones en 2012, se aprovechó la coyuntura para matar dos pájaros de un tiro.
salvador@salvadorcosio.org
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