Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2010-04-03 • Acentos
Los legisladores deben cumplir con tres principales funciones. La primera tiene que ver con la representación de los ciudadanos, la segunda con la fiscalización de los recursos públicos y la tercera con el proceso legislativo que regula al Estado de derecho.
La función representativa deviene del contacto que el legislador debe tener permanentemente con sus representados, sobre todo con aquellos que con su voto lo eligieron como su voz en el Congreso, o en el caso de los electos vía lista plurinominal, los ciudadanos en general.
Hay que tener palabra. Si de algo está harta la sociedad es de las mentiras con las que los políticos seducen en campaña, de sus falsas promesas.
Durante la campaña, los actuales diputados priistas ofrecieron a los ciudadanos reducirse el sueldo en caso de resultar electos. Pero hoy se desdicen y salen por la tangente argumentando no poder cumplir con la palabra empeñada porque necesitarían el acuerdo de los demás legisladores de las diversas facciones del Congreso. Sólo una diputada priista ha tenido la intención de reducirse el sueldo, pero no ha contado con el respaldo de su bancada, mucho menos con las de otras facciones.
La sociedad repudia la mentira y seguro vigilará con lupa el cumplimiento de las promesas de los legisladores.
Ahora bien, no se justifica la ausencia de la mayoría de los diputados durante estas dos semanas, no obstante el asueto que goza gran parte de los ciudadanos, lo que de ninguna manera debe extenderse a las tareas legislativas, y menos cuando apenas llevan dos meses en el cargo. Aparte de las vacaciones pagadas, recibieron un adelanto de aguinaldo, lo que no es común para los ciudadanos en general.
Este tipo de acciones son las que deterioran la imagen de la política y de los políticos, y provocan la apatía de los votantes en los procesos electorales, de esta manera se pierde la confianza en los servidores públicos en su capacidad y su calidad moral para defender los intereses ciudadanos frente a los propios.
No es razonable que mientras haya sobre la mesa temas relevantes de la agenda estatal, los legisladores prefieran vacacionar ignorando la parálisis legislativa en la que se encuentran muchos asuntos.
Cumplir con la gente es una de las asignaturas pendientes de los gobernantes y representantes sociales, nadie dijo que el servicio público fuera sencillo, requiere constancia e incluso sacrificios personales, pero que son ampliamente recompensados con el reconocimiento del deber cumplido y con la satisfacción que da el brindar a la sociedad la calidad de servicio que merece.
Para hacer frente a los grandes retos del ejercicio gubernamental, es imperativo contar con un amplio espíritu de servicio, altura de miras y pensar en función de los demás, antes de pensar en uno mismo.
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