Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2010-03-06 • Acentos
Sin embargo, a la vera de la actividad meramente académica, desde hace muchos años hubo quienes en un intento por influir al interior de la institución construyeron redes de complicidad, de amojonamiento de poder, de confabulación y corrupción. La universidad y los universitarios han sido usados para amagar a los gobiernos y doblegar sus decisiones a fuerza de mítines.
Desde entonces, un solo hombre ha tomado todas las decisiones de la UdeG y la ha relegado de su carácter institucional, secuestrando su autonomía.
Hace un par de días, Marco Antonio Cortés Guardado, rector sustituto, quien arribó al cargo de manera violenta y espuria, avalado por el mayoritario grupo liderado por quien de facto controla a la UdeG , rindió un informe de actividades irrelevante y gris, enmarcado sólo por las muertes de conocidos universitarios.
Lo dicho por Cortés Guardado contrasta con lo que los propios estudiantes cuestionan, los que están dentro de la UdeG y los que están fuera. Los primeros exigen más y mejor calidad educativa, mejores instalaciones, seguridad y actualización continua de la curricula académica, mientras que los segundos reclaman mayor cobertura en centros universitarios, espacios y cupos.
Las autoridades universitarias alegan carencia de recursos y exigen del gobierno del Estado más presupuestos, so pena de no atender lo que en la universidad debería ser prioritario, la cobertura y la construcción de nuevos centros, tal como ahora sucede en Tlajomulco, donde los caprichos del fáctico líder han puesto en riesgo la construcción de un centro que atienda la creciente demanda estudiantil de ese municipio.
Es entonces el encono, y no una razón justificada, lo que propicia que el rector sustituto declare que no conoce, porque no existe, un proyecto para la construcción de un centro universitario en Tlajomulco, aún cuando el presidente municipal Enrique Alfaro lo exhibió con documentos que prueban lo contrario.
No es entonces un estudio técnico el que determina dónde se construye un centro universitario, sino el ánimo del líder fáctico. Lo único que ha crecido para la UdeG han sido los espacios extra curriculares, que disfrazados en el amplio concepto de la cultura han desviado recursos públicos que deberían invertirse para la ampliación de la matricula, cuyo destino hasta los universitarios desconocen.
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