Una película de la vida real

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2007-11-24 • Acentos
Hace unos días se comenzó a exhibir en las carteleras de los diversos cines en toda la República el documental dirigido por Luis Mandoky cineasta mexicano reconocido internacionalmente en el que se hace un recuento de la elección presidencial que vivimos en el país el año pasado.
El documental que recaba aportaciones videográficas aportadas por diversas personas ha ascendido rápidamente entre las películas más vistas, ocupando en promedio entre el tercer y cuarto lugar en los estados, siendo en el Distrito Federal el primer lugar, en Puebla el segundo y en Jalisco el sexto sólo por mencionar algunos.
Su exhibición por la polémica que naturalmente genera, ha provocado bloqueos y la obstaculización por algunas personas e instituciones que no tiene la tolerancia y cultura suficientes para permitir a la comunidad en general que pueda apreciarla y tomar su propia opinión.
No obstante las dificultades que ha enfrentado, la contundencia con la que presenta el tema, la precisión que posee hace que cada vez más mexicanos se atrevan a verla.
Mas allá de las opiniones personales de quienes ya la vieron, la película constituye una herramienta útil para reflexionar acerca de los acontecimientos que rodearon a la elección presidencial en la que muchos coincidimos, hubo un fraude evidente orquestado y reconocido por el propio presidente Fox, quien ha señalado que hizo todo lo posible por evitar la llegada de Andrés Manuel López Obrador a palacio nacional.
La evidencia de la perversa maquinación quedó plasmada en actas, boletas y paquetes electorales que aún después del proceso fueron alterados y manipulados para sostener a como diera lugar a un presidente ilegítimo como lo es Felipe Calderón.
El Congreso de la Unión ha ratificado tácitamente que la autoridad arbitral que debía constituir garantía de pulcritud para los mexicanos, fue corrompida y en un acto de elemental congruencia han decidido desconocer en principio al Consejero Presidente del Instituto Federal Electoral por su ineptitud y parcialidad manifiesta presionado por sus amistades indecibles a favor del candidato de Acción Nacional.
Aún antes de consumarse su despido, en actos desesperados reclamaba a sus instructores el abandono al que lo sometían después de haberles permitido culminar sus actos inmorales dejando en el aire veladas amenazas que quizá en poco tiempo permitirán salir a la luz pública la confirmación de las anomalías.
Aunado a lo anterior, los acontecimientos del domingo pasado en el Zócalo de la ciudad de México en el que las campanas de Catedral interrumpieron un importante acto ciudadano en el que se realizaba un análisis de la gestión del gobierno de la república, que claro esta no traería buenas noticias a la administración panista, dejan ver que se valen de todo recurso para interrumpir que la gente conozca la verdad de los hechos.
Indudablemente que es lamentable que se llegue a enfrentamientos como los de Catedral, que es condenable la actitud de algunos, por cierto muy pocos, de los manifestantes que se atrevieron a reclamar la provocación, pero también debe analizarse de manera integral tanto el origen de la reunión, como el propósito de la misma y los participantes en tribuna para poder tener una valoración más acertada y no influida por nuestros valores y creencias religiosas.
Muchas de las veces, los acontecimientos en sí mismos no expresan la totalidad de las razones o intenciones de sus protagonistas, muchas verdades se diluyen intencionalmente con el propio rumbo que toman las diversas versiones, sin embargo, el contar con antecedentes fehacientes, físicos, respaldados en imágenes ajenas a un acuerdo previo, pueden ilustrar y fortalecer nuestros puntos de vista. Eso es lo que contiene el documental de Mandoky y que lo hace diferente.
El contexto en el que se está desenvolviendo la presentación en carteleras hace posible que puedan acudir a verla incluso quienes pueden tener alguna animadversión anticipada porque les daría la oportunidad de valorar las imágenes, los distintos episodios que se reproducen sin alteración alguna y tomar de ello argumentos suficientes para criticar la película o la intención de los productores y el director.
La controversial cinta ha provocado todo tipo de reacciones desde quien sintiendo simpatía por la derecha y en un ejercicio de tolerancia y madurez acudió a verla para después afirmar que le hizo cambiar su opinión de los hechos, hasta quienes creen que se ha quedado corta en cuanto a su orientación toda ves que consideran que es mayoritaria la presentación de imágenes y registros que la intención de incidir en el espectador.
Por otro lado, cabe señalar que la producción de la película se dio a partir de las aportaciones de muchas personas, algunas con material gravado por ellos mismos, otras con alguna aportación económica menor, todos con el único interés de dejar una memoria de los acontecimientos que cuya calificación quedaría en cada uno de nosotros.
salvador@salvadorcosio.org

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