A río revuelto, ganancia de pescadores

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-06-07 • Acentos
Los aires del cambio soplan desde el Norte. Para noviembre, pronóstico reservado. Esta semana el senador por Illinois, Barack Obama, alcanzó el número de delegados necesarios para erigirse como el candidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, tras superar en las primarias de su partido a la senadora por Nueva York, Hillary Clinton.
Inédito el resultado de la nominación demócrata, toda vez que cualesquiera de los aspirantes representa una novedad interesante para la vida social y política del país del Norte. Hillary se ganó el reconocimiento de amplios sectores tradicionalistas de su partido y de manera significativa influyó en la aceptación hispana, mayoritariamente entre los inmigrantes de origen mexicano, quienes representan un alto porcentaje del voto latino, mientras que el senador Obama obtuvo su victoria con el apoyo de los jóvenes, universitarios en su mayoría.
Obama y Clinton, “cambio” y “experiencia”, binomio singular que podría concretarse y que a decir de los analistas fortalecería la adhesión de los demócratas e impulsarían la carrera de Obama para que sin mayores obstáculos se concentrara sólo en su verdadero rival político, el republicano John McCain. Habrá que esperar.
Obama parece representar para los estadunidenses la oportunidad de terminar con una serie de situaciones que tienen a ese país sumido en una profunda recesión, en una crisis de imagen por sus constantes relaciones injerencistas en otras naciones, en un descontento generalizado por las impopulares políticas públicas del gobierno republicano y en una necesidad, imperante ya, por buscar otro rumbo.
Síntoma de apertura o diversidad pluricultural, lo importante es que por primera vez en la historia de Estados Unidos el peso del voto inmigrante, en especial el afroamericano y el latino, serán decisivos para el futuro no sólo de ese país, en juego están las políticas exteriores y las relaciones bilaterales.
La enorme desigualdad que nos caracteriza y la histórica relación de altibajos, son manifiestos claros de la urgencia por encontrar mayores y mejores mecanismos de cooperación bilateral, no de subordinación ni de violación a nuestra soberanía.
Habrá que urgir a Calderón para que inicie una gran cruzada por la dignidad y el respeto a la soberanía, que beneficie a los de aquí y a los de allá, para provocar en los candidatos Obama o McCain una visión de mayor acercamiento y compromiso, una nueva estrategia de cara a los acontecimientos internacionales y políticas acordes a los tiempos. Si se logra elevar el tema de los inmigrantes a las agendas de los candidatos, de seguro surgirán aun en medio del revuelto río de propuestas que se puedan generar, importante compromisos que signifiquen mayor bienestar para nuestros ciudadanos.
salvador@salvadorcosio.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario