Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2011-12-03 • Acentos
Reculó Felipe Calderón Hinojosa su bravucona intención de emprender batalla legal contra los más de 23 mil mexicanos que signamos ante la fiscalía de la Corte Penal Internacional, un expediente en el que se le acusa de crímenes de guerra y lesa humanidad, donde exponemos cerca de 500 casos de delitos que van desde el asesinato, desaparición de personas, reclutamiento de menores, tortura y desplazamiento forzoso.
Abusiva, cínica y desmesurada la reacción de Calderón, quien con irritación y molestia, arremetió en un arranque de histeria desfachatada contra quienes lo denunciamos, evidenciando únicamente su culpabilidad.
La inclemente e imparable violencia en México, producto de las estúpidas y erráticas “estrategias” contra el crimen e inseguridad, que ha provocado la muerte de más de 60 mil personas, es superior a la que se registra en países como Afganistán, lo que convierte a nuestro país en un destino poco atractivo para invertir y visitar.
Recularon arguyendo “que en nuestro país, la sociedad no es víctima de un gobierno autoritario o de abusos sistemáticos”, declaración absurda y ridícula, cuando es sabido que por lo menos 50 mil efectivos están actualmente operando en todo el país, mientras que 35 mil lo hacen en la Policía Federal , mientras miles de activistas sociales han denunciado que Calderón ha permitido impunemente flagrantes violaciones a los derechos humanos y abusos contra la población civil.
Luego del amague, reculó también la PGR declarando que no habría acción contra los denunciantes. No se critica la finalidad que es combatir la violencia e inseguridad, sino las torpes y fallidas acciones que se han tomado para conducir una batalla que no esta arrojando más que miedo, terror y zozobra a los ciudadanos inocentes y ajenos al conflicto.
Reculó también Humberto Moreira, quien ayer renunció a la dirigencia nacional del PRI, tras convertirse en la piedra en el zapato de Enrique Peña Nieto, por las acusaciones que en su contra se han vertido en todos los medios luego de la millonaria deuda con que dejó al estado de Coahuila.
Reculó tardíamente el PRI, porque hasta el último momento intentaron sostener a Moreira en el cargo, defendiéndolo o por lo menos otorgándole el beneficio de la duda, para después botarlo sin ningún miramiento.
Dan pena muchos legisladores de Jalisco que primero se dijeron respetuosos de la autoridad judicial que les ordenó reponer el procedimiento en el nombramiento de auditor Superior y luego recularon intentando dejarlo “interino”, mientras arman las componendas y argucias para volver a elegirlo, porque no están dispuestos a perder a quien les limpia y solapa todas sus tropelías.
Ya basta, es nauseabundo, raya en la mezquindad y en la porquería; todos lo que han reculado se comportan cual viles ojetes que viven a costa de mantener a la sociedad con el pie sobre el cuello, sin embargo, cada día crece más el repudio hacia ellos y sus partidos, que pronto en las urnas, la ciudadanía sin recular, les cobrará las facturas pendientes.
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