¿A quién le quieren ver la cara?

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-08-30 • Acentos
De Emilio González ya conocemos su histriónica capacidad para convocar a acuerdos, su inmejorable léxico conciliador al referirse a quienes no piensan igual que él, su afición excesiva por las producciones televisivas y de eventos artísticos, y claro, su pasatiempo favorito: dilapidar el erario.
Resulta absurdo que quien ha sido capaz de entregar carretadas de dinero público no a los que menos tienen, sino a los que mejor ganan, salga ahora a los medios de comunicación para decirle a los jaliscienses que él “está del lado de la gente” y que “el gobernador no está de acuerdo con que el dinero del erario se desvíe de lo que es prioritario para los jaliscienses”; ¡hasta parece otro Emilio!; pero no, en el fondo es el mismo, sí; pues como dice una cosa dice otra, ¡es como todo!, aunque tenga o no tenga razón.
Claro que está mal que los recursos de los jaliscienses vayan a engordar las cuentas de los partidos políticos, pero peor aún el cinismo del gobernador que, aprovechando la coyuntura de tan cuestionado y repudiado tema por amplios sectores de la sociedad, intente darse “baños de pureza” cuando no cuenta con la calidad moral para hacerlo .
Lo único que sigue provocando Emilio González con sus desesperados intentos de reposicionamiento popular, es hacer más difícil la de por sí vapuleada relación que tiene con el Poder Legislativo.
El secretario general de Gobierno parece preocuparse más por los fenómenos climatológicos, (tema en el que por cierto ha destacado por su notable impericia), que por lo que en realidad es importante para el desarrollo del estado.
Total que nadie está haciendo en el gobierno del estado lo que le corresponde para buscar acuerdos, encontrar coincidencias y actuar en consecuencia. Qué bueno que las cúpulas empresariales y los representantes sociales de diferentes ámbitos hayan decidido alzar la voz con un ¡ya basta! y reclamen tanto al Legislativo como al Ejecutivo todos sus excesos, la falta de acuerdos y la ausencia de compromisos en beneficio de la sociedad.
Tan malo es otorgar millones de pesos del dinero de los jaliscienses a los partidos políticos como resolvió el Congreso, como desviar dinero público en macrolimosnas, producciones de televisión y eventos supérfluos, como lo ha hecho Emilio González.
¿A quién le quieren ver la cara? El reclamo de la sociedad es justo, el hartazgo nos ha llevado al límite y a los gobiernos ciegos y sordos sólo les queda una opción, reaccionar y retomar el rumbo o seguir afrontando el descrédito de su propia ineptitud.
salvador@salvadorcosio.org

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