Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2011-05-21 • Acentos
Parece hacerse costumbre no terminar de escarbar una cloaca cuando por lo menos ya hay otra abierta, más putrefacta y pestilente que la anterior, porque mientras aún no terminan los escándalos por los millonarios desvíos en la fallida Villa Panamericana del Parque Morelos, en las banquetas de la avenida Vallarta y en las obras del Centro de Guadalajara; en el SIAPA ya documentaron por lo menos un desfalco por 700 millones de pesos (mdp).
Producto de desvíos, corrupción e impunidad, el fallido programa “Todos con Agua” sólo sirvió para justificar, entre otras cosas, un préstamo por 1,200 mdp, que fue a parar a cualquier lado menos a las colonias donde prometieron llegaría el agua.
Lo que si llegó fueron los recibos del SIAPA, incluso con recargos por mora, para cobrar un servicio que no existe. Polémicos y oscuros recibos concesionados a un particular que se encarga de imprimirlos sin costo para el organismo a cambio de anunciar en ellos diversa publicidad, pero sin darle un solo peso –por lo menos oficialmente– por las regalías que se presume alcanzan hasta los tres millones de pesos mensualmente.
Pero no es sólo el crédito o los sospechosos recibos, sino toda la red de complicidad, tráfico de influencias, nepotismo y malversación de bienes que se acumuló y protegió en esta cueva de ladrones. Frente a tanta porquería que obstruye el paso del agua limpia, lo que debe hacerse es desaparecer el SIAPA y crear un organismo liquidador de los pasivos y activos para generar un nuevo esquema, donde, como ocurre en otras áreas metropolitanas, cada ayuntamiento otorga el servicio a un organismo operador y administrador de redes, el municipio cobra los consumos y con ese dinero provee mensualmente al operador para garantizar el suministro del líquido y el mantenimiento y crecimiento de la red.
No queda atrás la burda declaración del incomprendido “Sir Calderón Churchill”, quien ensimismado en su pequeño mundo de bonanza, paz y tranquilidad, dice seguir “rumbo a la victoria”, mientras el país se resquebraja producto de la corrupción e impunidad que impera y alienta con sus fallidas políticas públicas que nutren el cochinero.
Existen “profesionales” que limpian la suciedad de los puercos y trompudos que gozan revolcándose en el lodo de la impunidad, de otra manera no se entiende por qué desde el Congreso del Estado siguen sosteniendo a un auditor a modo y exonerando a los ex alcaldes de Puerto Vallarta y Tlajomulco.
Mientras la mafias de politiqueros sigan enquistadas en los partidos políticos, el descrédito y repulsión social será la constante, es tiempo de impulsar a candidatos ciudadanos cuyo compromiso no sea con el partido sino con la sociedad en general, de lo contrario seguiremos a merced de los puercos y trompudos.
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