Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-12-06 • Acentos
Si usted se ha conducido con austeridad y prudencia en estos tiempos de crisis global con el propósito de no incurrir en excesos que perjudiquen la economía familiar, o si desafortunadamente ya ha sufrido la consecuencia del entorno financiero, agradézcale ahora a los diputados del Congreso del Estado, el que usted, su familia y en general todos los jaliscienses tengamos una deuda que irremediablemente nos habrán de cobrar a través del incremento en impuestos.
A iniciativa de Emilio González y con la complicidad de la fracción panista, a la vera de oscuros acuerdos con los diputados del PRD, PT, Panal y PVEM, aprobaron primero un endeudamiento por más de cinco mil 500 millones de pesos y después consumaron su descaro, con la aprobación de un presupuesto de egresos del orden de los 65 mil millones de pesos, el cual adolece de prioridades y se excede en insostenibles justificaciones.
No podría entenderse el entreguismo, ciego, total y cínico de los diputados panistas si no fuera por la inminencia del calendario electoral y por la intención radical de anteponer a costa de lo que sea su interés irrestricto por mantenerse y seguir sirviéndose del poder público.
No han encontrado los diputados que aprobaron la iniciativa del Ejecutivo la razón, clara, objetiva, contundente, que explique y justifique el encaprichamiento por endeudar a los jaliscienses.
Han sido evasores en particularizar los destinos del crédito, lo único que han hecho es colgarse de un par de temas para intentar medianamente darle sustento a la práctica mezquina y autoritaria de imponer la sinrazón.
Pero el PAN no lo hubiera podido lograr sin la complacencia de las fracciones minoritarias, quienes jugaron un papel determinante para consumar el atropello a cambio de las dádivas que seguramente motivaron el interés personal de los legisladores, aun en contra de las posturas de las dirigencias y militancias de sus respectivos partidos.
El PRI no fue capaz de lograr que se transparentara el endeudamiento porque llegó tarde, no pesó ni en argumentos, ni en capacidad de acuerdo con las demás fracciones que ahora votaron del lado del PAN, los diputados pristas fueron tibios e incapaces y ante su imposibilidad de consenso se limitaron a balbucear sin audacia y sin mejores armas que sus propias retóricas, sí, votaron en contra, pero con mayor carácter, hubieran significado la diferencia.
Sorprende la aparente colaboración, ahora sí, entre el gobernador y los diputados panistas del Congreso. Claro, el dinero todo lo puede.
No es para menos, las elecciones intermedias son de no gratos recuerdos para los panistas quienes en 2009 recurrirán al olvido y a la doble cara para justificar con obras electoreras las irregularidades y el fracaso de sus administraciones. Tendrán dinero para hacerlo y con él el poder de comprar voluntades, opiniones y preferencias.
No les han bastado las mentadas de madre, el descrédito del ejercicio gubernamental, la entrega y despilfarro irracional del dinero de la gente, la ineficacia de sus acciones, la ineptitud y en general el desorden, para que una vez más a costa de la gente se edifiquen intereses personalísimos y se sacie su hambre de poder.
Hay sin embargo en esta dolosa e inmoral deuda que han adjudicado los diputados a la sociedad jalisciense una oportunidad para que la misma sociedad le cobre al PAN mayoritariamente, las facturas pendientes.
Hoy más que nunca, hay que tener memoria, la gente es cada vez más conciente e informada, quienes hoy obran con alevosía, mañana sus propias acciones se encargarán de ponerlos en su lugar.
salvador@salvadorcosio.org
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