Gobiernos cómplices

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-11-29 • Acentos
Darse una vuelta por la zona metropolitana de Guadalajara; transitar sus calles, avenidas y calzadas es llegar a la conclusión que sus vialidades y en general la movilidad urbana son reflejo inequívoco de los indolentes gobiernos presentes y algunos del pasado.
Por principio de cuentas, para poder transitar por muchas de las vías de esta metrópoli, arterias principales inclusive, es necesario contar con un vehículo todo terreno a fin de sortear con éxito los innumerables hoyos, cráteres y baches tan característicos ya de la imagen de la ciudad, a los que reiteradamente como sociedad organizada debemos negarnos la costumbre y exigir de la autoridad, que hasta hoy ha sido irresponsable y omisa, las rehabilitaciones y trabajos necesarios para darle por lo menos dignidad a las calles.
Ya no sólo en las otrora llamadas “horas pico” se hace imposible circular en esta ciudad, hoy a cualquier hora y en cualquier día el tráfico vehicular es excesivamente intenso.
El centro de la ciudad es literalmente intransitable, las calles aledañas semejan zonas de guerra, la calzada Independencia por igual, Vallarta antes y después de Los Cubos, completamente congestionada, Lázaro Cárdenas, 8 de Julio, Gobernador Curiel, 16 de Septiembre, Colón y Patria, sólo por mencionar algunas, de la misma manera.
Lo anterior nos habla de una pésima planeación urbana, gobiernos priistas y panistas no hacen más que buscar justificaciones inútiles ante su propia incapacidad para resolver uno de los problemas más urgentes de nuestra ciudad.
Nadie pone en entredicho el desarrollo y crecimiento de la zona metropolitana, ni la edificación y construcción de núcleos detonantes de plusvalía, esparcimiento y comercio, lo que es verdaderamente indignante y provoca irritación es la falta de orden, de planeación, de carencia de visión para implementar la más mínima reingeniería vial.
La Secretaría de Desarrollo Urbano, de no gratos antecedentes, aduce incompetencia, impunidad e incluso negligencia de sus titulares que no han sido capaces ni en éste, ni el anterior, ni en el otro gobierno, de ordenar el crecimiento, de darle un rumbo a la ciudad, de dejar de constreñirla al colapso vial y aportar una solución integral e inteligente a un problema que todos los días crece en la medida que lo hace la mancha urbana.
Existe una clara falta de atención y auxilio vial, ¿qué sigue ahora?, ¿hasta dónde los gobiernos seguirán siendo cómplices, incluso autores del caos que ha descompuesto la circulación en la ciudad.
Avenida Patria actualmente es un claro ejemplo de la falta de pericia de quienes debieran estar atentos a resolver los conflictos viales, y no por el contrario magnificarlos en perjuicio siempre de los ciudadanos.
Las mínimas acciones que han intentado los gobiernos municipales y el estatal para mitigar este problema son de peor repercusión que el conflicto original, las pocas obras de creación o ampliación de algunas vialidades sólo han logrado que las que medianamente hacían fluir el tráfico hoy lo detengan y le sumen una serie de obstáculos que hagan que el remedio sea peor que la enfermedad.
¿Qué intereses habrá detrás de ayuntamientos que no son capaces de otorgar a un ciudadano común una licencia municipal para ejercer una actividad lícita y productiva, mientras que toleran la apertura y funcionamiento de giros diversos sin el menor trámite, sin los permisos adecuados y con la ilegalidad como sustento?
salvador@salvadorcosio.org

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