Por la boca muere el pez

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-05-23 • Acentos
Seguramente lo que más le importa a Emilio González es la salud de los de los jaliscienses, por eso nos ha mentido con los casos de dengue y de influenza humana; por ello no hizo nada en relación a los acontecimientos que derivaron en la muerte del niño Miguel Ángel López al caer sobre las contaminadas aguas del río Santiago, por lo mismo ha confundido una y otra vez la información de la contingencia sanitaria y nos ha dejado en estado de indefensión ante brotes epidémicos.
¿Cree Emilio que con quitar de los reflectores al secretario de Salud se resuelven los problemas? Qué estrategia tan pobre y qué respuesta tan baldía frente a una emergencia que esperaba por lo menos una o dos acciones responsables, de esas que andan vendiendo los candidatos de su partido, pero que al parecer ni ellos conocen porque no las ponen en práctica.
Oscuros y opacos intereses tendrá Emilio para sostener a costa de lo que sea a un secretario inepto, ciego, sordo y ahora mudo, quien ampliamente ha demostrado que como profesional de su encargo ha resultado un buen chofer.
También le importa al gobernador la educación, ¿pero que nos diga cuál?, porque no hay aumento de matrícula en la universidad pública, no hay más preparatorias, ni nuevas aulas, por el contrario hay alumnos, incluso en la zona metropolitana, que toman clases bajo las más deprimentes y precarias condiciones.
Tanto le importa la educación que tampoco hizo nada cuando cientos de alumnos del colegio Cervantes fueron desalojados de las aulas por decreto de su ilustrísimo y purpurado mentor.
El turismo no escapa de la generosa misericordia del gobernador, quizá por ello con toda la oportunidad posible, (dos semanas después y bajo la presión del sector) salió a anunciar apoyos tibios, cuando todos exigen planes y programas gubernamentales para reactivar e impulsar el rubro en beneficio de todos.
Pero donde se han concentrado los mayores esfuerzos y talentos de éste gobierno ha sido en la obra pública, en la que nadie puede ni siquiera aseverar que ha sido mala, cara, tardada y que en vez de beneficiar a la gente la ha terminado de perjudicar, sobretodo en aquellas zonas donde hay comercios aledaños, como el centro de la ciudad o la avenida Chapultepec.
Las acciones responsables no terminan; el Macrobús, alias el matabús, negocio del sexenio entre unos cuantos, pintado de azul para que no haya duda de su legítima procedencia panista, es símbolo distintivo de esta administración, pues ambos han sido impuestos a pesar de que la gran mayoría los rechaza, son inoperantes, insuficientes, caros y sólo pretenden un objetivo: el lucro por encima del bienestar de los ciudadanos.
Otra acción responsable ha sido el endeudamiento millonario para dos líneas del matabús, aprobado con la complicidad de los partidos representados en el Congreso del estado, frente a la tibieza y oposición timorata de los priistas que aunque se negaron a aprobarlo, no impidieron que el erario sufragara los costos de un negocio privado.
Con la misma boca con la que un día Emilio profirió sendos insultos a quienes afortunadamente no pensamos como él, ahora dice que lo que más le importa es la salud, sí, seguramente por eso ha emprendido tan trascendentes acciones responsables.
salvador@salvadorcosio.org

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