Palo de ciego

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona

Como se preveía, el polémico empresario, ex alcalde priista de Tijuana y ex candidato a gobernador de Baja California, Jorge Hank Rhon, fue liberado a falta de pruebas en el delito federal de acopio de armas, capturado de nuevo el mismo día por la procuraduría de Baja California y puesto en libertad horas después por falta de elementos para procesarlo.
Palo de ciego y rotundo fracaso fue el intento por convertir al excéntrico empresario, dueño de estadios, hoteles, centros comerciales, casinos –y dicen de “vidas y haciendas”–; en la cabeza de trofeo de los gobiernos panistas. Quedó en ridículo el fallido golpe contra el grupo Atlacomulco que maneja a Enrique Peña Nieto, aspirante priista a la Presidencia de la República y la pretensión de enturbiarle el camino a Eruviel Ávila, quien pese a las escandalosas, ridículas y afeminadas “chapitas” que lució en un debate televisivo, sigue avante rumbo al gobierno del Estado de México.
Burla mayúscula a la sociedad y credibilidad en las instituciones de procuración de justicia por la impunidad y corrupción que sigue alimentándose a la par del fracaso de gobiernos rebasados y exhibidos de rodillas frente a la incapacidad y mediocridad que les hizo dar palo de ciego y perder la oportunidad de investigar los asuntos que históricamente se ciernen en torno al opulento empresario que horas después de su liberación se dejó ver en su propio estadio, luciendo su típico chaleco de burro y haciendo alarde de su capacidad y fortaleza económica.
No corrió la misma suerte, ni los mismos espacios mediáticos, quien tal vez sí sea el chivo expiatorio del sexenio, Pablo Salazar Mendiguchia, ex gobernador de Chiapas, quien al no contar con protección alguna es pasto de las llamas en otro estéril intento por congraciar a la justicia con la sociedad, algo así como en su momento lo han sido la “Quina” Hernández, Jorge Díaz Serrano, Rogelio Montemayor, Óscar Espinosa Villareal, o el propio Raúl Salinas de Gortari, que sin dejar de ser figuras con negro antecedente, pagaron sus culpas y las de personajes que sexenio a sexenio inflaman su riqueza y la exageran.
Como sociedad no nos conformamos con el anuncio de la orden de aprensión contra el ex tesorero de Tlajomulco, mucho menos con la descarada impunidad con la que siguen caminando libremente ex alcaldes como el de Puerto Vallarta, Javier Bravo; el de Tlajomulco, Antonio Tatengo o el de Zapopan, Juan Sánchez Aldana; ni por la ausencia de acciones legales contra los responsables del millonario desfalco del SIAPA y la desvergüenza con que Emilio González Márquez dilapida una y otra vez los recursos del erario y mantiene en el olvido y rezago al Estado, mientras promueve ilegalmente su imagen y utópicas aspiraciones. Todo es cuestión de partidocracia, de arreglos, de migajas de justicia, de palo de ciego.

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