Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2011-10-22 • Acentos
Aún perduran imágenes dantescas de los incalculables daños producidos por el huracán Kena en octubre de 2002 en costas de Jalisco, Michoacán, Colima y Nayarit, así como también la actitud miserable, perversa e insensata de quienes con repugnante indiferencia retrasaron el apoyo y auxilio, como hoy lo hacen luego del impacto de Jova en Jalisco y Colima que causó desgracias enormes.
El entonces Diputado Felipe Calderón, tan miserable e insensato como hoy, coordinaba la fracción panista en el Congreso Federal, que entorpeció y a punto estuvo de evitar se aprobara el Acuerdo Legislativo que tras el paso del meteoro, concertamos los legisladores de todas las fuerzas políticas de los estados afectados, a fin de que se enviaran urgentemente recursos del Fondo Nacional para Desastres Naturales en apoyo de reconstrucción de infraestructura y reactivación económica en las áreas impactadas severamente.
Calderón, actuó perversamente mostrando miseria humana al querer “desbarrancar” el acuerdo negándose avalarlo con su firma en represalia por el rechazo que los Diputados no panistas habíamos asestado para que Martha Sahagún recibiera una condecoración del gobierno Austriaco.
Finalmente exhibido en sus aviesas intenciones, Calderón cedió, se liberaron los recursos y se apoyó a los damnificados que se multiplicaron por el tiempo perdido a causa de la descarada e inhumana componenda que pretendía al cobardemente usar el desastre natural y el sufrimiento de miles de damnificados como moneda de cambio.
Lastima sobremanera que el indolente Gobernador Emilio González Márquez actúe insensato ante los daños provocados por el huracán Jova, soslayando sus gravísimas consecuencias y prefriendo exhibirse junto con el Presidente Calderón en aparente estado etílico en la inauguración de los Panamericanos, dejando de lado la emergencia y acudiendo sólo para la foto cinco días después del tremendo impacto del fenómeno en la costa jalisciense.
Los afectados han sorteado solos su grave situación sin contar con el apoyo de sus miserables gobiernos que han preferido derrochar dinero y malgastarlo en forma ilegal, utilizándolo en fines diversos y ajenos a su destino, tal como lo hicieron con la mayor parte de los 800 millones de pesos de la partida estatal 4603 para apoyo a desastres naturales y que ahora ante dicha carencia, Emilio González, desfachatadamente solicita al Congreso de Jalisco le apruebe otra deuda por 900 millones de pesos, para poder cubrir dicho menoscabo presupuestal.
Hacen bien los Diputados que han rechazado aprobar más endeudamiento a Jalisco, pues además de la mala experiencia del uso desbocado y sin informe del crédito por 6 mil millones de pesos, es menester se clarifique, esclarezca y deslinde responsabilidad sobre el peculado relativo a la partida presupuestal para desastres, antes de autorizar mayor deuda, además de evitar malgastar dinero en rubros como: imprevistos, alimentación de personal, protocolo, viáticos, gastos extraordinarios, compensaciones, comunicación e imagen, telefonía celular, honorarios para asesorías, entre otras, a la que se suma la descarada partida secreta del Gobernador.
Es una vergüenza la insensibilidad social de los inmundos gobiernos que ni siquiera sirven para brindar apoyo y respaldo a la población en desgracia, mientras se muestran tal y como son, despreciables, miserables e insensatos.
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