Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2011-09-03 • Acentos
No jodas Jonás!, quizá debería decirle el alcalde de Monterrey a su hermano incomodo, Jonás Larrazabal, quien fue exhibido al interior de varios casinos recibiendo descaradamente fajos de dinero.
Jonás parece ser nomás la puntita del iceberg en que estarían involucrados por acción u omisión mandos gubernamentales en actos de asecho e intimidación de propietarios y clientes de casinos, para cobrar “cuotas por derecho de piso”, que revisten relevancia luego del atentado al Casino Royale donde murieron 52 personas.
Lo que resulta jocoso es el absurdo argumento para justificar el dinero que le entregaban en los casinos; según Jonás, producto de la venta de quesos, sí pero de queso...bornos.
Ahogado el niño, “a tapar todos los pozos”, ya que el gobierno municipal de Guadalajara clausuró por lo menos cinco casinos por diversas “irregularidades”, cuando antes de la tragedia en Monterrey funcionaban y estaban a la vista de todos y ahora resulta que no tenían permisos de Gobernación, ¿también cobraban quesos?
Santiago Creel y Manlio Fabio Beltrones entregaron al final de la administración foxista permisos sin fechas, bajo oscuras condiciones y evitaron una ley que pusiera orden al tema de los casinos para que proliferaran de manera ilegal, desordenada y al amparo de la impunidad. El asunto no es el juego sino los ilícitos negocios que puede ocultar, como el lavado de dinero.
Intrigante coincidencia que en funestos casos como la guardería ABC, Casino Royale, Lobohombo, Coppel o News Divine, se hayan incumplido medidas de protección civil, mientras gobiernos ciegos y sordos prefirieron disimular las irregulares instalaciones a cambio de “mordidas” por parte de los dueños.
Pérdida de tiempo y saliva el mensaje de Felipe Calderón, quien no obstante haber aceptado una vorágine de violencia en el país, sigue sin plantear una estrategia eficiente para lograr coordinación entre poderes y órdenes de gobierno.
Calderón no ha sido, ni será, el presidente del empleo, ni de la infraestructura, pero sí será recordado como el presidente de los más de 50 mil muertos.
Nomás la puntita fue para los legisladores locales la resolución de la SCJN que la semana pasada les notificó en tiempo y forma la suspensión de la toma de protesta a diversos cargos que mañosamente se repartieron, porque días después, la Corte también determinó que el Consejero Juez que ya habían designado no tomara posesión del cargo.
Sigue el hartazgo y clamor de justicia ante la corrupción e impunidad que de distintos frentes emana sin que haya autoridad capaz de garantizar el imperio de la ley; la sociedad está harta de politiquería, de promesas incumplidas y de ausencia de gobierno y esa ya no es la puntita, sino el iceberg completo.
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