¿Fuente Ovejuna?

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-07-12 • Acentos
Hechos no palabras” una frase sacada de las recurrentes protestas sociales por las falsas promesas de campaña que nunca materializan en acciones de gobierno, ahora sirve para exhibir con “hechos”, la grave falta de rumbo de la administración de Emilio González Márquez.
El problema es que habiéndose creado una secretaría y un entuerto llamado gran alianza que nadie ha atendido, los “hechos”, acciones y proyectos van apareciendo según las ocurrencias del gobernador.
Eso ha provocado una larga serie de yerros como la reparación del túnel de López Mateos y avenida Las Rosas, que habrá de recordarse no estaba considerado en el proyecto original para eficientar esa importante salida al sur del estado, posteriormente se propuso como paso elevado y por la oposición de los vecinos se convirtió en un túnel que en su proyecto ejecutivo no consideró cambiar los viejos y desgastados colectores a pesar del alto costo presupuestado y al fracturarse causaron una gran inundación en la que ahora tendrán que pagarse muchos millones más.
Mención aparte merecen la ejecución de las obras que por desconocidas razones, se desarrollan en horas y días inadecuados que siempre provocan el estrangulamiento de la ciudad especialmente en sus avenidas principales. Aunado a ello, la escasa coordinación y atención de vialidad y las condiciones laborales de los choferes de las rutas de transporte público han provocado ya más de 36 muertes en lo que va del año, sin contar los accidentes entre particulares por la misma causa, todo por la ausencia de un auténtico plan integral de desarrollo.
Por otro lado, la falta de un mapa real de riesgos implica que se desconozcan las zonas en peligro de inundación especialmente en temporada de lluvias teniendo como agravante la conocida y clásica reacción tardía e insuficiente de las dependencias relacionadas a la protección ciudadana, por lo que las incontables inundaciones que pudieran evitarse, han provocado ya millonarias afectaciones y también vidas humanas como en el temporal del año pasado. Queda claro que no basta tener una súper oficina de planeación sin la voluntad, inteligencia y capacidad para aprovechar sus ventajas.
El proceso para la conclusión exitosa de un adecuado plan de gobierno incluye no sólo la planeación que por sí misma es muy importante, sin duda también es indispensable la supervisión, control y seguimiento para que se cumpla con lo autorizado tanto en calidad y densidad de materiales, medidas, alturas, tiempos presupuestos y más.
Si cuando menos el Ejecutivo pusiera atención en las tareas de seguimiento a las obras públicas evitaríamos que se alargaran tanto en su tiempo de entrega y sobre todo que no incrementaran estratosféricamente su precio como es ya común en esta administración, también aseguraríamos que se cumpliera con las especificaciones y calidad contratadas, si así fuera, si se atendiera esa obligación, no tendría Emilio González que buscar culpables a quienes diferir la responsabilidad como lo hizo hace unos días al acusar a los constructores como los causantes de las inundaciones para justificar la simple y evidente verdad, que no es otra cosa que la incapacidad de su gobierno.
Basta ya de estar repartiendo culpas, lo mínimo que se espera de un gobierno es honestidad para reconocer errores e incapacidades, aceptar que incorporó a su gabinete no a los mejores especialistas en su materia, sino a personajes ligados a su partido o a otros sectores como pago de compromisos adquiridos en campaña que por su desconocimiento están provocando fuertes daños a los jaliscienses.
salvador@salvadorcosio.org

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