Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2007-06-09 • Acentos
Estudiosos de la disciplina neurolingüística han coincidido en que las expresiones no verbales aportan significados que magnifican, incluso, la articulación verbal. Emilio González no sólo tiene la capacidad innata para expresar dislates no verbales, sino que además se le da con excepcionales aptitudes la posibilidad de conjugar ambas expresiones cuando en su limitado entorno considera que algo “vale madre”.
El problema no es lo que dijo, seguramente pocos fueron los que censuraron el coloquial término del gobernador del estado, quien en campaña había dado muestra de su particular vocabulario cuando, entre otras cosas, afirmó que le “valía madre” por quién votaran los jaliscienses.
A poco más de cien días del inicio de la gestión de Emilio González es claro que no hay mucho que destacar en beneficio de Jalisco, sino todo lo contrario.
Inició con los accidentados contratos que brindó a parientes de funcionarios de primer nivel, con la colocación de su hermano como gerente de un área del SIAPA, con las versiones de la construcción de una cancha de squash en Casa Jalisco, que ante la presión mediática tuvo que suspender; con la compra injustificada de camionetas de lujo y recientemente con el desvío de 67 millones de pesos, de dinero público de la partida “erogaciones imprevistas”, para aportar al evento de una cadena de televisión nacional, que le ha costado la crítica de quienes en un momento dado le ofrecieron el beneficio de la duda con respecto a su desempeño como servidor público.
Resulta trascendentalmente lamentable involucrar el dinero público, de los jaliscienses, en eventos privados que intentan justificarse escudados en la figura de la asociación civil que los promueve, pero que a todas luces conocemos, se orienta hacia un propósito más allá de aparentar brindar un “espacio” de oportunidad para la búsqueda y desarrollo de nuevos talentos.
La partida presupuestal aprobada por el Congreso del Estado para el ejercicio fiscal 2007 del gobierno estatal, de donde se sustrajeron los 67 millones de pesos, está originalmente destinada a programas de desarrollo socioeconómico de personas en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, lo que significa entonces que cientos o miles de jaliscienses podrían verse afectados al no recibir este apoyo, o lo que es peor, dicha partida se encuentra clasificada para enfrentar desastres de consecuencia natural con la finalidad de acumular reservas económicas para hacer frente a las posibles contingencias, así como a la atención oportuna de quienes llegaran a resultar damnificados. Aquí, como mera reflexión cabe destacar que apenas inicia el temporal de lluvias y huracanes, que no gratos recuerdos nos vienen a la memoria cuando los recordamos.
Seguramente, Emilio González recibirá de parte de la televisora beneficiada con tan “generosa” participación económica un trato especial, digamos pues de pleitesía y toda clase de consideraciones en lo general, aunque de vez en cuando habrá algún tema “ríspido” que abordarán en franco acto de objetividad e imparcialidad, pero que cuidarán que su trascendencia no vaya más allá de la línea que el propio Ejecutivo les indique.
Tampoco sorprende que los medios asociados al monopolio televisivo emprendieran, de inmediato, una intensa campaña en pro de justificar lo injustificable, el dinero otorgado por el gobierno estatal; claro, para ambas partes se trata del binomio capitalista ganar —ganar.
Quizá deba entenderse que el presupuesto que incluso se encuentra etiquetado para un fin específico, también “le vale madre” al gobernador, si no entonces no se entiende: primero la generosidad y luego la desfachatez para entregar algo que no le corresponde.
Hacen bien los legisladores de Jalisco, los dirigentes de las cámaras industriales, académicos, líderes de partidos políticos y sociedad en general, al reprocharle al gobernador tan insensato acto y recordarle, por si se le había olvidado, que no puede disponer del dinero público a su antojo y mucho menos para propósitos que lejos de beneficiar a los jaliscienses buscan favorecer intereses personalísimos.
Temas tan prioritarios para Jalisco como el impulso a la educación, el desarrollo y crecimiento económico, la preservación de la salud, el apoyo al campo, el fortalecimiento del sector turístico y la seguridad pública, han sido ampliamente rebasados por otros temas que nada aportan para el engrandecimiento del estado.
En cuestión de seguridad pública, hace poco afirmó con soberbia que en Jalisco no se requería del operativo que se ejecuta desde el gobierno federal para abatir la inseguridad y desmembrar redes de narcotráfico. En campaña señaló, con índice de fuego, que Jalisco albergaba personajes con nexos en el tráfico de estupefacientes, en su momento se le cuestionó en el sentido de que sustentara lo que parecían unas ligeras declaraciones y no lo hizo, si conoció o conoce de ese tema se le exige que denuncie, porque es su deber y su responsabilidad, de lo contrario, estará siendo cómplice de un delito grave, ¿o será también que le vale madre?
salvador@salvadorcosio.org
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