Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2010-11-27 • Acentos
Asesinamos a su marido por ineficacia policial, ¡discúlpenos!, prometo que ya no entrarán a su jardín agentes encapuchados disparando a mansalva, ni volveremos a confundir su camioneta con la que buscábamos; para compensarle su pérdida le daremos una pensión vitalicia, una beca de estudios a sus hijos y pagaremos las deudas de su esposo”.
Así o más descarada y cínica la justificación del gobernador de Colima, Mario Anguiano, quien con dinero pretende sustituir la vida de un ser humano y justificar su gigantesca incapacidad.
El enano de tapanco Felipe Calderón no se queda atrás y asegura que el gobierno federal investigará y esclarecerá el asesinato del ex gobernador Silverio Cavazos, tope en lo que tope y deja entrever la posibilidad de indemnizar a los deudos de víctimas de los daños colaterales del crimen y la delincuencia. ¿Con qué dinero?, ¿de cuál partida?, ¿bajo qué concepto?, ¿cuánto vale una vida humana?
Desde su bunker, Calderón insiste que “vivimos en paz y libertad”, cuando sabemos que su gobierno de lo único que ha sido capaz es de ser, al igual que Fox, un burdo títere que maneja el inefable Carlos Salinas, quien ha gobernado de facto y busca ahora en Enrique Peña Nieto la continuidad de su interés insaciable por detentar el poder a costa de lo que sea.
Es la misma línea de gobierno entre tipejos cortados por la misma tijera, Peña Nieto sin ningún pudor y con toda la impunidad se ha gastado 950 millones de pesos en promoción personal y queda la duda si su boda con “la Gaviota ” también será a costa del erario.
Ojalá su emulador tapatío, quien con su “gaviota región cuatro” se escapó a Las Vegas, no insista en remedar cada una de las acciones del engominado gobernador mexiquense, porque entonces no habría en las arcas del gobierno municipal dinero que alcance para pagar tanto egocentrismo.
La impunidad no es exclusiva de los gobiernos, basta mencionar al descarado Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, quien enfrenta una acusación de fraude por 130 millones de dólares y “convenientemente” sufrió una afección cardiaca un día antes de su comparecencia ante la autoridad que lo requiere; posteriormente apareció rebosante, bravucón, sin pena, ni cargo de conciencia en el aniversario de un lujoso restaurante. ¡Milagro!, ¡milagro!
Aquí en Jalisco, “el cavernal” Juan Sandoval tampoco debe ser impune y por obligación denunciar ante la PGR los seis casos de pederastia que ha dicho conocer y solapar, de lo contrario, ante la ley es cómplice y se le debe sujetar a proceso.
¿Cómo le creemos al gobierno de cualquier partido y de cualquier nivel que se está abatiendo la corrupción, el crimen y la inseguridad cuando no nos ajustan los números para contar los ejecutados, ni los ejemplos para evidenciar la impunidad?
Ver caminar marionetas gigantes por la ciudad, como parte de un espectáculo urbano que nos ha costado más de 85 millones de pesos, no debe ser una distracción para olvidar que hay gobernantes y personajes públicos que son títeres en la gigantesca carpa del circo de la impunidad, donde no somos espectadores sino víctimas o sobrevivientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario