Emilio negligente

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-02-21 • Acentos
A un año de los lamentables hechos que derivaron en la muerte del menor Miguel Ángel López Rocha, a consecuencia de caer accidentalmente en el río Santiago; ciego, sordo y mudo el gobierno del estado ha sido omiso y cómplice de una tragedia que ya es de la sociedad en general.
Si el gobierno estatal, junto con las dependencias involucradas en la conservación y saneamiento de las aguas del río Santiago hubieran cumplido con su obligación irrestricta de cumplir con su trabajo, Miguel Ángel hoy estaría aquí, sin embargo la negligencia, falta de capacidad e irresponsabilidad en general provocaron lo que hoy ya conocemos.
Es ofensivo que la autoridad no haya sido capaz, primero, de atender la problemática del río a pesar de las múltiples denuncias por parte de los habitantes de la cuenca y, después, dar respuesta a la familia López Rocha.
Fue notorio que ante la tragedia, funcionarios públicos, incluido el gobernador se desgañitaron una y otra vez para decir que la muerte de Miguel Ángel no quedaría impune y mucho menos sería en vano, promesas incumplidas hasta ahora.
Actores políticos y sociales desmenuzaron el tema como catapulta hacia los reflectores en un intento burdo por conseguir notoriedad, sin aportar respaldo ni apoyo real a una familia aturdida y absorta por el dolor.
El gobierno ha olvidado que es depositario de la confianza de los ciudadanos y responsable directo de las omisiones que provocan tragedias como la ocurrida en El Salto.
La ciudadanía espera de sus gobernantes diligencia y eficiencia en el ejercicio de sus responsabilidades, que cumplan en el ejercicio gubernamental y que dejen de ser cínicos e indolentes ante tragedias que los marcan como ineptos e incapaces.
Después de la muerte del menor, la Secretaría de Salud del gobierno del estado, retardó injustificadamente los resultados de los análisis realizados a muestras de agua en el río Santiago, sólo para dar a conocer lo que instituciones serias como la Universidad de Guadalajara ya habían señalado antes y que se referían a la presencia de múltiples agentes contaminantes en dicho río.
Con valor y coraje, la madre de Miguel Ángel López Rocha ha interpuesto una demanda por daño moral en contra del gobierno del estado de Jalisco y otras dependencias cómplices, ante la falta de respuesta de una autoridad que otra vez se muestra incompetente.
No hay cantidad económica que ajuste para reparar el daño sufrido por la familia López Rocha en todas sus manifestaciones, sin embargo, de alguna manera permitirá brindar a los hermanos menores de Miguel Ángel oportunidades y posibilidades que él no tuvo, o que no pudo alcanzar porque la negligencia de un gobierno inútil le truncó la vida.
salvador@salvadorcosio.org

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