El góber lastimoso

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona

Hay cinismos inadmisibles directamente proporcionales al inútil y enano desempeño de la administración que encabeza Emilio González, y que se magnifican al tenor de sus necios y absurdos mensajes con motivo de lo que dice ser su Tercer Informe de Gobierno.
Cual si se tratara de un Estado habitado por ciegos y sordos, Emilio González se jacta de haber realizado una serie de obras y acciones que desde su imaginario mundo han resuelto en gran medida la problemática de los jaliscienses. Sin embargo, es mesurado al reconocer en un gesto de autocrítica que “no todo está hecho”; como si la frase por sí sólo bastara para justificar lo que todos vemos menos él, fracasos, ineptitudes, ineficiencias y, en general, malos resultados.
Tiene razón Emilio cuando reconoce que el tristemente celebre video donde ofende a los jaliscienses con su vocabulario es uno de los más vistos en una conocida página de Internet. Pero contrario a lo que piensa, ello no significa popularidad o publicidad positiva, porque quizá le ha hecho falta leer los comentarios que en la misma página dejan los cibernautas, y que objetivamente distan mucho de ser halagüeños. Y si ser popular es compararse con el no menos celebre “góber precioso”; entonces el “góber piadoso” de Jalisco va por buen camino.
¿Qué tiene que informar Emilio a los jaliscienses? Si su afición por dilapidar los recursos del erario en lucimientos personales, en gastos superfluos y ajenos al desarrollo del Estado siguen siendo la tónica y la principal característica de su gobierno.
A últimas fechas ha declarado en todos los foros que hay una serie de recortes en la mayoría de los rubros del gobierno, y ha anticipado incapacidad para entregar mayores apoyos en educación superior, en obra pública, salud y participaciones a los municipios.
Pese a la “austeridad” que predica, su discurso contrasta con el incremento de su presencia en medios electrónicos y diversas publicaciones, todas de cobertura y circulación nacional, que por supuesto representan importantes erogaciones con cargo al dinero publico.
Entonces es cinismo lo que demuestra, porque podrá no haber recursos para impulsar la educación, la salud o reforzar la seguridad pública, pero sí para promover mañosamente una serie de supuestos y cuestionados logros con pretexto de su informe de gobierno, no sólo a escala local, sino nacional, buscando un escaparate para no pasar desapercibido por las cúpulas de su partido. ¿Qué será primero, la gente o su presencia en medios?
Recientemente se pronunció a favor de no hacer de la tenencia vehicular un impuesto estatal, ahora que por decreto federal desaparecerá a partir de 2012, y sin embargo no ha retirado la propuesta que mandó al Congreso del Estado con ese propósito; es decir, por una parte intenta mostrarse como un gobernante sensible y cercano al clamor popular, pero por el otro no deja de impulsar la idea de que la tenencia se convierta en un impuesto estatal, y amaga al anunciar que al no contar con ese ingreso se verían disminuidas las capacidades del gobierno para llevar a cabo obras y servicios, que es lo mismo a tirar la piedra y esconder la mano.
No hay mayor compromiso de Emilio para con la sociedad que la burla de hablar de una manera y actuar de otra.
No se reconoce a tres años de su gestión logro alguno u obra trascendente, y el balance de su gobierno podría resumirse en tres palabras: ineptitud, derroche y protagonismo.
Arcediano, mítica obra panista fallida y mal planeada desde su concepción, que sólo ha generado costos; el Macrobus un negocio entre gobierno y empresarios, más que una solución a los problemas de movilidad urbana; obra pública, ¿Cuál?; ¿Mejora en la salud pública? Cuando se han registrado las peores pandemias en la historia del Estado; más y mejor educación, ¿Dónde?; ¿Desarrollo y crecimiento?, con uno de los peores lugares en competitividad, ¿Equilibrio ecológico y mejora ambiental?, con la cuenca de El Ahogado y uno de los ríos más contaminados del país; ¿Entendimiento político? ni con los de su mismo partido. Entonces en general no hay nada que rescatar de un gobierno fallido, mediocre e ineficiente.
Ni con Biblia en mano, como suele acostumbrar algunas tardes departiendo con su más cercano círculo, remontará Emilio el descrédito que a pulso por ofender públicamente a los jaliscienses que no piensan como él, por derrochar el dinero público a carretadas y por mantener un desgobierno impopular, alejado de las necesidades de la gente e impulsado por un necio protagonismo que no busca otra cosa que el lucimiento personal por encima de las sentidas y legitimas demandas de una sociedad ávida de un gobierno que escuche, atienda y de resultados.

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