Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2007-07-28 • Acentos
Siendo candidato, Emilio González ofreció un gobierno eficiente, honesto, seguridad para las personas y en sus cosas, y combate frontal a la delincuencia; sin embargo, ha entregado como resultado todo lo contrario, y por lo que puede apreciarse esa será la constante de su Administración.
Habrá que preguntar si alguien puede considerar eficiente el destinar 67 millones de pesos del erario para la realización de un evento televisivo en Jalisco, por la empresa mediática más poderosa del país, al menos económicamente hablando.
Reconociendo que un evento de esa magnitud puede contribuir en alguna medida a la formación de los jóvenes jaliscienses, todos captamos perfectamente que el interés del Ejecutivo no era ese, sino promover su imagen en televisión a nivel nacional, y hasta hay quienes dicen que también anticipo el pago de algunas facturas y favores.
El riesgo que el Ejecutivo se atrevió a correr, destinando a eventos sociales los recursos previstos para desastres y contingencias, deberá enfrentarlo ahora, cuando por el temporal ha causado fuertes estragos, pérdida de vidas y severos daños materiales que en lo posible habrán de subsanarse, con lo que quedó de la partida, aunque por lo pronto el gobernador ya aprendió, de su correligionario Vicente Fox, el conocido “¿y yo por qué?”, culpando de inmediato a los ayuntamientos metropolitanos por no prever labores de limpieza y mantenimiento. A las lluvias les quedan todavía varias semanas, faltando, también, la temporada de huracanes, y la partida presupuestal, cada día más reducida.
Honestidad es una palabra desconocida para el actual gobierno estatal, que desde la presidencia municipal de Guadalajara destinó grandes cantidades de dinero para promocionar su imagen de cara a la contienda por la gubernatura y, ahora ya en el poder, al cuestionársele por los magros resultados en los primeros cien días de gobierno, sin argumento para refutar prefirió, una vez más, utilizar su frase favorita “me vale madre”, tal como lo dijera también varias veces en campaña. Cínico pretexto para esconder su falta de acciones, de tolerancia y de transparencia, confundiendo la franqueza con la honestidad.
Afirmar, como lo hace, que le “vale madre”, es ser franco o cínico, pero no honesto; honesto sería confesar que le falta capacidad para ocupar el puesto en el que es hora que todavía no se acomoda.
La oferta de otorgarnos seguridad a los jaliscienses ha quedado en una simple presentación ventajosa de las cifras de la delincuencia, que en realidad ha sentado aquí sus reales y nos hace a todos vivir intranquilos por el temor fundado a un asalto a mano armada y en nuestra casa habitación, y peor todavía, que después de muchas promesas no terminan de medio organizarse en el Registro Público de la Propiedad , donde las mafias y redes de corrupción atentan, sin darnos cuenta, contra el patrimonio de quienes aquí habitamos. Bien haría el gobernador en facilitarle una vez más el personal que el titular del Registro requiera, como ya lo ha hecho antes, o bien asignarle un área más adecuada a sus habilidades como la CEA , por aquello de que es experto en presas.
El argumento de que en Jalisco es donde mejores índices de ataque a la delincuencia se tienen en el país, no es congruente con la percepción cotidiana de miedo que tienen sus habitantes y, sin embargo, sí es lógico suponer que donde más detenidos hay es donde más delincuentes existen, de manera que las cifras sólo tienen un planteamiento mañoso y peligroso, sobre todo cuando intenta hacerse creer a la ciudadanía que vivimos seguros y la contraria realidad nos lastima impunemente, y el burdo intento de las autoridades ofende nuestra inteligencia.
El colmo del cinismo se dio, hace unos días, cuando como resultado de una investigación periodística de este diario pudo descubrirse que quien dirigía la Policía Rural del Estado había sido acusado y sentenciado a quince años de prisión por el delito de homicidio calificado y, no obstante, de forma “extraña” presentó, para integrar su expediente, una carta de no antecedentes penales expedida por el Instituto de Ciencias Forenses, que también había otorgado un documento en los mismos términos al funcionario de Tonalá, compadre del alcalde, que resultó con una larga lista de acusaciones penales.
Lo más grave no es sólo que se designe a delincuentes para dirigir a la Policía , con el riesgo a que se expone a la población, sino que además se obstinan en mantenerlo en su cargo sabiendo que con ello violentan varias leyes y se hacen sujetos de responsabilidades diversas. Afortunadamente el funcionario renunció al no poder acreditar la limpieza de su expediente, pero si fuera por el gobernador, y su gabinete, harían hasta lo imposible por mantenerlo en la nómina.
Lo irrisorio del caso es que, otra vez, al gobernador le gusta parecerse al marido cornudo, quien es el último en enterarse de la infidelidad de su esposa; así, Emilio González repite lo que contesto cuando se le preguntaba por la razón para posponer la entrada en vigor de la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, “[...] yo no sé nada [...] sé lo mismo que ustedes, los medios, han dicho [...]”. ¿Será así la realidad? ¿De verdad está tan desinformado? O ya le gustó poner la cara por su gabinete.
salvador@salvadorcosio.org
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