Don dinero, poderoso caballero

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona

Bien dicen que con dinero baila el perro y sin él bailas como perro, pero ¿con cuál? ¿con el propio o el ajeno? Hace algunos años Jorge Vergara, empresario de productos multinivel, les dio polvitos mágicos a los propietarios del equipo de futbol más popular del país y les prometió millones y millones de pesos por sus títulos.
Prometió transformar el equipo y la marca Chivas y lo hizo, convirtió la asociación civil en una sociedad anónima y cambió el logotipo tradicional por uno caricaturesco y burdo, al tiempo que terminó con la imagen popular de las barras verticales rojas y blancas; cambios que por supuesto no tardó en rechazar la afición.
Después inventó refrescos de cola y productos asociados con la marca Chivas y los impuso de manera autoritaria y exclusiva para su venta en el estadio Jalisco, negando la entrada de otros artículos al grado que ni guasanas se podían comprar en el estadio, lo que también le valió la rechifla de los seguidores del “rebaño sagrado”
Atropellando todas las tradiciones del chiverío, Vergara se decidió por sacar a las Chivas del estadio Jalisco para llevarlas literalmente a otro nivel; muy lejos de las calles del Centro y Oriente de Guadalajara, en general, lejos del grueso de los seguidores rojiblancos para enclaustrarlas en un sitio donde ni siquiera es Guadalajara y para donde no existen los medios ni las condiciones para arribar en transporte público, muchos menos a pie o en bicicleta.
Para miles de seguidores será imposible acudir al nuevo estadio de Vergara, porque a menos de tener automóvil propio será muy complicado que los verdaderos aficionados estén en el estadio.
Pero hay más, El Bajío, zona donde se edificó el estadio que por razones económicas personalísimas de Vergara ni siquiera se llamará Chivas, ha sido hasta ahora un área de enorme importancia donde confluyen los escurrimientos superficiales y subterráneos para integrarse a los mantos acuíferos de las cuencas de Atemajac y de Los Colomos, fuentes indispensables de abastecimiento de agua potable totalmente limpia para la tercera parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Además, representa un vital recurso natural para mantener al bosque de Los Colomos y al bosque de La Primavera.
Gran parte de este terreno, donde también se construye ahora la Villa Panamericana, está marcado en una parte como área de transición y en otra como área de protección al acuífero, con lo que se violan no sólo el Reglamento Estatal de Zonificación, sino múltiples ordenamientos ecológicos.
Pero como el interés del dinero y los negocios es más grande que el respeto a las leyes y al equilibrio ecológico, el estadio se vendió antes de iniciar su construcción y ahora ya está en funcionamiento gracias a las licencias irregulares otorgadas por el gobierno municipal de Zapopan, quien a fin de cuentas cedió ante la presión de Vergara, así como lo hizo la Secretaría de Vialidad, quien, a pesar de no existir los accesos viales adecuados, respaldó al empresario.
Hasta Felipe Calderón fue seducido por los polvos mágicos de Vergara para presentarse a una cena donde la “elite” y no los aficionados rojiblancos departieron y posaron para las revistas de socialité, mientras en otro lado de la ciudad un ostentoso operativo militar presuntamente terminó con la vida del narcotraficante conocido como Nacho Coronel, ¿casualidad o destino? ¿verdad o política ficción?.

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