Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-11-01 • Acentos
No cabe duda que hay huesos duros de roer y eso lo sabe perfectamente Guillermo Martínez Mora quien, a decir incluso de los propios panistas, nunca tuvo el perfil ni la altura de miras para desempeñarse en un cargo al que no aportó nada.
Por eso, como buen sabueso, se lanza a buscar otro hueso y de paso sacar la espina del proceso interno panista anterior para ver si ahora se le hace ser el candidato albiazul a la presidencia municipal de Zapopan, empresa nada fácil al interior de los grupos que manejan el PAN y mucho menos después, en el proceso constitucional; máxime que Juan Sánchez se ha desvivido por hacer cada día peor las cosas, lo que merma sensiblemente las posibilidades de que Acción Nacional repita en la ex villa maicera.
Y es que palabras más, palabras menos, la realidad estriba en el hecho que Martínez Mora prefirió la salida fácil ante su evidente incompetencia al frente de una Secretaría que no ha destacado, sino que por el contrario se ha envuelto en polémicas.
Por otro lado, si fuéramos mal pensados se justificaría la salida de Martínez Mora, ante la serie de acontecimientos internacionales que ya afectan las inversiones y el desempeño económico global, en un intento de alejarlo de los reflectores y de la mella que pueda desencadenar en el estado la crisis financiera y guardarlo para otros proyectos.
Si la desvergüenza fuera un atributo, Martínez Mora sería un virtuoso, pues no obstante haber encabezado un gris ejercicio en la Seproe , donde los resultados brillaron por su ausencia, se olvidó de los micro y pequeños empresarios, la inversión privada no creció en los términos prometidos y la política de promoción económica a la par de las demás del estado, fue fallida e inoperante; por si todo eso fuera poco, durante su último día como secretario, entregó el resto de los más de 220 millones de pesos que fueron asignados de manera oscura y sin ningún pudor a ciertos grupos empresariales para fines que ni ellos mismos terminan de acordar.
También habría que recordarle que la transparencia y la rendición de cuentas no sólo es demagogia como su propio partido lo popularizó al abanderar ese eslogan, ¿No es acaso éste el gobierno de la transparencia?, con qué cara va ir a buscar el voto de los zapopanos, cuando ni en educación, ni en promoción económica dio resultados sobresalientes.
Ni tan buen empresario salió entonces. Repartir dinero que no es propio cualquiera lo hace, hasta Alonso Ulloa; ahora Martínez Mora busca Zapopan, pero como él deberá saberlo... del plato a la boca se cae la sopa.
salvador@salvadorcosio.org
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