Crónica de un choque anunciado

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2007-12-15 • Acentos
La aprobación del Presupuesto de Egresos 2008 fue la gota que derramó el vaso. Para nadie es un secreto la existencia de fuertes diferencias entre los dos principales grupos de poder en el interior del panismo que no han dudado en utilizar cualquier medio para demeritar al oponente aunque en ello vaya el desarrollo del estado.
Es realmente poca la responsabilidad que han mostrado los panistas ante la delicada encomienda que tienen al ser el partido en el poder, parece que no se han dado cuenta que al tener en el titular del Ejecutivo a un miembro de su partido y al poseer una mayoría ventajosa sobre las otras fracciones políticas en el Congreso del Estado, su obligación con los jaliscienses se duplica, por una parte el acceder a gobernar al estado lo es para todos los jalisciense y si a ello se agrega la ventaja en el legislativo, nada parecería estorbarles para poner en practica su estrategia de trabajo y llevar al desarrollo a la entidad, pero en la practica pasa todo lo contrario.
Una práctica muy criticada por los propios panistas cuando eran oposición fue la relativa a el predominio de los intereses y conflictos del partido trasladados al ejercicio del gobierno, señalaban la gran dificultad que implicaba identificar dónde inicia el gobierno y dónde termina el partido y ahora en doce años de estar en el poder se han radicalizado en esa anómala práctica que ha comenzado a afectar a Jalisco, independientemente del daño que le han provocado la inexperiencia del primer sexenio, luego la obstinación del segundo y ahora la lucha encarnizada por el poder.
El trabajo del Congreso puede ser a ojos del resto del país un caso singular digno de un profundo análisis, porque a pesar de contar con la mitad de los integrantes la fracción del Partido Acción Nacional ha venido a ser el trabajo de la oposición al volverse los primeros críticos de las acciones y propuestas del gobernador emanado de su propio partido. En una revisión rápida de los más recientes acontecimientos encontraremos que invariablemente en conflictos entre ambos poderes quienes encabezan la guerra de declaraciones son siempre panistas contra panistas.
Poco, escaso o nulo desempeño han tenido las otras fracciones representadas en el Legislativo, donde encontramos una conducta dócil, colaboracionista y convenenciera del Partido Revolucionario Institucional que aún no termina por ponerse de acuerdo en cuanto a quién será su coordinador porque al igual que el PAN lo que menos tienen es unidad. Por su parte el Partido de la Revolución Democrática, salvo el caso del diputado Alfaro, han dejado serias dudas respecto de un trabajo a conciencia, independiente y apegado a la ideología que representan, del resto de fracciones son tan pequeñas que quizá no alcanzan a provocar una reacción siquiera de las demás, de manera que la fracción del PAN en el Congreso se convirtió en el principal opositor al gobierno del PAN, acentuándose las ya profundas diferencias entre grupos hacia el interior.
La reciente postura asumida por el Congreso en su conjunto al aprobar por unanimidad tanto la Ley de Ingresos con el Presupuesto de Egresos para 2008 con una gran cantidad de recursos a ejercer gracias al crecimiento de las aportaciones federales, ha puesto contra la pared a Emilio González Márquez que por sus reacciones parece importarle más la imagen de su gobierno que el consenso político entre los diputados que como quiera que haya sido, lograron coincidir en un tema y no necesariamente en contra del gobernador.
Entre amagos previos, el Ejecutivo ha dejado ver que su intención es presentar algunas observaciones al presupuesto aprobado al considerar que con las reasignaciones realizadas por los legisladores pondrán en serio riesgo la consecución de obras y proyectos estratégicos para la entidad, haciéndonos recordar que este mismo argumento fue el que presentó para que se aprobara el reemplacamiento que tanta molestia causo a la ciudadanía, si el Congreso hace caso omiso a las observaciones del Ejecutivo estaremos nuevamente ante la posibilidad de la no publicación del presupuesto con lo que Jalisco podría perder muchos recursos de carácter federal, así como créditos y ahora si, la realización de obras de urgente necesidad.
Ni uno ni otro bando muestra interés por llegar a un arreglo que beneficie a los jaliscienses, se han obstinado en hacer respetar las decisiones encontradas de ambos y lo que menos resultará de ello será mejorar las condiciones para propiciar el desarrollo de Jalisco.
Los enconos panistas nos están saliendo muy caros y aunque el choque por el presupuesto es un asunto muy delicado que traerá serios daños a la entidad, la actitud mostrada anuncia otros choques más que pueden dejarnos afectaciones irreversibles, ciertamente es divertido presenciar el pleito entre ellos pero es tiempo ya que asuman responsablemente el cargo para el que fueron electos y dejen de la lado sus interés de grupo que más parecen de pandilleros, Jalisco no soportará ese trato.
salvador@salvadorcosio.org

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