Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2008-01-05 • Acentos
El final de un año hace obligado más que necesario el realizar un análisis de las actividades llevadas a cabo durante este periodo, de manera tal que al efectuar un balance busquemos mejorar los aspectos que se vieron favorecidos y corregir los que no lo fueron.
En virtud de lo anterior, nuestro país tiene mucho que mejorar, habrá que corregir muchas actitudes y otras tantas aptitudes que no han dejado bien parado al gobierno que no termina todavía de tomarle las riendas.
Ante la falta de legitimidad y la fuerte sospecha de un manejo fraudulento desde la presidencia foxista de la elección nacional, que le permitió acceder al poder con un increíblemente pequeño margen porcentual de votos, la estrategia de Calderón se centró en intentar un fuerte golpe a la delincuencia que más que ello, le dejara en lo personal material suficiente para publicitar en los medios de comunicación acciones que sirvieran de cortina de humo y dejar a la flaca memoria mexicana digerir su ilegitimo triunfo.
Como primera acción importante, su programa de combate a la delincuencia lo formó con elementos de todas las corporaciones policíacas de los tres niveles de gobierno, incluyendo una gran presencia de militares en un frente amplio y de gran alcance legal, sin embargo fueron tantos los deseos de hacer notar el operativo que al anunciarlo cual espectáculo circense, la delincuencia organizada al conocer el itinerario fácilmente se desplazaba a otras entidades continuando con sus fechorías por lo que la primera acción de gobierno quedó convertida en un fracaso rotundo, tanto por la escasez de sus resultados como por la falta de inteligencia para su puesta en marcha.
Ante la inoperancia del combate a la delincuencia para contrarrestar el tema de la tan cuestionada elección presidencial, el Congreso de la Unión tomó cartas en el asunto y decidió dar entrada a la reforma electoral que vino a provocar una serie de fuertes reacciones empresariales por el impacto económico de algunas modificaciones a las Leyes de Telecomunicaciones, ligadas con los espacios de tiempo utilizados en los medios de comunicación por los candidatos y partidos políticos en campañas electorales.
También dentro del marco de la reforma electoral, los legisladores, especialmente los de oposición, optaron por remover al presidente y gradualmente a los consejeros del Instituto Federal Electoral cuestionando su imparcialidad y los compromisos comprobados con diversos grupos políticos que les llevaron a actuar dolosamente para favorecer la continuidad del partido en el gobierno, por lo que su vergonzosa salida con la propia anuencia de los legisladores oficialistas sólo confirmó que la elección de Calderón se orquestó desde los Pinos con la participación de la autoridad electoral que sólo vino a echar por tierra un esfuerzo de todos los mexicanos por contar con árbitros imparciales que hicieran realidad el anhelo de democracia de los mexicanos.
El interés político del gobierno por controlar a su partido de origen quedó de manifiesto al enviar a un funcionario del gabinete para hacerse cargo de la dirigencia nacional de su partido, utilizando toda la maquinaria burocrática para asegurarle el triunfo aún antes de abrirse el proceso interno y de esa forma han silenciado a los últimos resquicios del foxismo que estaban enquistados en su partido.
Al atender temas políticos y partidistas, el gobierno ha descuidado otros temas prioritarios para México como la educación en el que las encuestas y exámenes aplicados por organismos internacionales a alumnos de primaria y secundaria de todo el país han dejado al descubierto el desastre en el que está constituido el sistema de educación nacional.
Los resultados nos ubican en los últimos lugares del mundo cuando económicamente se le destinan muchos más recursos que en otros países con mejores niveles de aprendizaje, lo que habla de la descomposición y corrupción en la que se mueven los actores políticos de la educación.
Para nadie es desconocido el favor que Calderón quiso pagarle a Elba Esther Gordillo al entregarle a ella y sus parientes la operación oficial de la Secretaria de Educación, además de permitirle operar libremente la asignación y manejo de plazas que han convertido al de los profesores en el sindicato más grande de Latinoamérica con el control férreo de la propia Gordillo, que impone cínicamente su voluntad aún en contra de la propia titular de la Secretaría que sólo soporta estoicamente los desplantes y abusos de la protegida de Calderón.
Gordillo aún cobra al gobierno el haber creado un partido político temporal y sin posibilidades de triunfo sólo para restarle votos al PRI y al PRD, y también haber manipulado al entonces consejero presidente del IFE para favorecer al PAN en la pasada elección presidencial.
Bastante caro nos han salido a los mexicanos los compromisos que llevaron a Calderón a la presidencia, al finalizar el año, es claro que aún no termina el pago de facturas políticas a pesar que en ello se ha llevado todo el año.
salvador@salvadorcosio.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario