Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2009-01-10 • Acentos
El difícil año que recién terminó y el inicio del nuevo de no mejores augurios, sitúa a México y a Jalisco en circunstancias de inevitable contingencia.
2009 será no sólo para los mexicanos, sino para el resto del mundo, un año complicado en términos económicos, políticos y sociales.
La respuesta del Ejecutivo federal ante tales complicaciones, ha sido tardía, se ha constreñido al discurso fácil y a la demagogia, a intentar frenar con la simulación e incluso la subestimación, un problema que francamente no han terminado de dimensionar y para el que no estaban, ni están, preparados.
Mientras en la realidad de los mexicanos los precios se han disparado a la alza a la par del dólar y los energéticos, el gobierno insiste en el “no pasa nada”, engañando a los mexicanos con el supuesto blindaje de la economía del país y ahora con paliativos que nada nuevo aportan.
Los números no mienten, el crecimiento del PIB apenas en 2 por ciento, la inflación más alta de los últimos años, la tasa de desempleo en más de 10 por ciento, la paridad peso-dólar superando incluso la barrera de los 14 pesos en varias jornadas y la pérdida del poder adquisitivo en un incremento de casi 20 por ciento.
Las contingencias mundiales han puesto a prueba la capacidad de respuesta del gobierno mexicano y el resultado no ha sido halagüeño, hay simulación ante la incapacidad de responder de manera puntual y precisa ante la crisis y se muestra ineficiencia, desacierto, desorden e incompetencia.
En Jalisco la reproducción al carbón de las políticas federales ubica al Estado en los niveles más bajos de competitividad, no se ha analizado, ni planteado, ni mucho menos implementado estrategias reales de cara al abatimiento de las consecuencias presentes y futuras del problema económico.
Por el contrario, el gobierno de Jalisco hizo en 2008 derroche de los recursos económicos de los jaliscienses y a manera de carretadas entregó en múltiples ocasiones millones de pesos a causas que nada tienen que ver con el desarrollo y crecimiento del estado, ni con el aumento en las expectativas del nivel de vida de los ciudadanos, ni con la mejora de la infraestructura o el agotamiento de sus necesidades más elementales.
El gobierno de Jalisco ha optado por estar del lado de los empresarios y sus capitales, que del lado de la gente y sus carestías. El pacto de compromiso fue con los que más tienen y no con los que más necesitan.
A lo largo del año y particularmente en los últimos meses, el gobierno del estado encabezado por Emilio González Márquez, ha sido omiso y negligente, al igual que en el escenario federal, se ha evidenciado ineficiencia e incapacidad, pero peor aún, aquí se agudizaron los conflictos al interior del propio gobierno estatal, particularmente en la Secretaría de Salud y al exterior con actores políticos, económicos, académicos y sociales.
2009 será marcado por la crisis económica y por el ejercicio de un presupuesto meramente electorero que buscará comprar la voluntad de los electores jaliscienses; pero los discursos y los hechos ya los conocemos. Que no nos quieran ver otra vez la cara.
salvador@salvadorcosio.org
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