¡No manches! Planchan uniformes por docena

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona

Como en La Ley de Herodes, el gobierno municipal de Guadalajara, al igual que lo ha hecho con los chalecos antibalas, adjudicó recientemente un contrato por siete millones de pesos de dinero federal del programa de Subsidio para la Seguridad Pública Municipal (Subsemun) para adquirir 1,440 uniformes de policía a un súper proveedor: un microchangarro de "planchaduría por docena" en Providencia.
Es inadmisible que el ayuntamiento siga solapando las irregularidades de su sistema de adquisiciones y la colusión de proveedores "patito" aparentados con funcionarios corruptos bajo el amparo de la impunidad y opacidad que reina en el gobierno municipal.
Esos servidores públicos que "manchan y se manchan" deben rendir cuentas y pagar tras las rejas las consecuencias de sus actos, mientras que el presidente municipal debe dejar de "tirar rostro" por las colonias de la ciudad y dedicarse a gobernar, que para eso fue electo; poner orden en casa y deslindar a su administración de estos cínicos busca chambas y en obviedad de circunstancias cancelar las irregulares adjudicaciones o soportar y cargar el lastre de la complicidad.
La PGR debe dar cause a las denuncias presentadas, toda vez que se trata de dinero federal, así como también la Secretaría de la Función Pública y la Auditoria Superior de la Federación, para que realicen las indagaciones y se finquen las responsabilidades correspondientes.
Ya es típico de esta administración municipal pegar de garrotazos para apantallar con poses mediáticas, sobretodo en temas de seguridad, pero hay que decirles que "no manchen" porque a la luz pública se han evidenciado detalles y pruebas de corrupción millonarias por manipulación de quienes se encargan de las compras y licitaciones.
La licitación LP 005/2010 mediante la que se concursó la adquisición de uniformes para la "Secretaría de Seguridad Ciudadana" se adjudicó con inusual rapidez a un proveedor cuyo domicilio ni razón social corresponden a los datos otorgados cuando se acreditó para darse de alta en el padrón de proveedores como una empresa debidamente establecida y en funcionamiento, ya que la dirección corresponde a un negocio de "planchaduría por docena" ubicado en Rubén Darío y Colomos.
No se justifica tampoco el costo unitario de alrededor de cinco mil pesos, por lo que se aduce sobreprecio, simulación de proveedores, adjudicación amañada, corrupción y asalto artero al erario.

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