Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona
2012-03-17•Acentos
Otra vez el descrédito y mácula trasciende al descubrirse
que la empresa estadounidense BizJet, pagó sobornos a funcionarios federales
adscritos a la Presidencia de la República, con el fin de obtener contratos de
mantenimiento aéreo.
Más desvergüenza es que estos ilícitos hayan sido
aceptados por la empresa ante una Corte Federal en Estados Unidos, mientras
aquí como siempre, se oculta y solapa un delito que a BuizJet le costará 12
millones de dólares por violar leyes estadounidenses contra corrupción de
funcionarios extranjeros. ¿En México a quién sancionarán?
Impunes siguen los hechos de terror que desataron miedo y
caos en la urbe tapatía, porque a bote pronto y sin pruebas contundentes, la
procuraduría de Jalisco, presentó a 16 presuntos implicados en los actos, de
los cuales por lo menos cuatro ya están libres, al tiempo que el resto pende de
una endeble acusación, mientras los verdaderos culpables quizá siguen en las
calles trabajando de policías como los indiciados que incluso ya habían
“pasado” las pruebas de confianza.
Enrique Peña Nieto, demostró durante su toma de protesta
como candidato del PRI a la Presidencia de la Republica, que mientras lea en
teleprompter y no se salga del guión establecido, no dice burradas y puede
hilar ideas razonables.
A la que se le quemó el arroz, fue a “la señora de la
casa”, la que sí sabe cuanto cuesta el kilo de tortilla y litro de leche, pero
cometió la burrada de no saber que el calor, hambre y sed, levantan a
cualquiera después de dos horas de espera.
La Pinochepa mexicana no debe guardar rencor
por haberse quedado hablando sola durante su toma de protesta; si Chupina quería mostrar músculo, expuso
lástima, porque al igual que sus últimas burradas al denostar instituciones
educativas como el TEC, la IBERO y la UNAM, lo que falta es que se embadurne en
su propio estiércol y denigre a los “Burros Blancos” del Politécnico.
El único que no rebuzna es López Obrador quien sin copete
ni ropa de diseñador, avanza con propuestas serias, sacudiéndose la comparación
con Hugo Chávez, para ser entendido como Lula, en la izquierda progresista,
deshaciéndose de muchos jumentos y acercándose al engominado que se mantiene
arriba a pesar de sus burradas.
Músculo, garrotes, piedras y negativa de ser “evaluados”
mostraron los “maistros” disidentes del sindicato que de facto controla la
pirujuela electorera Elba Esther Gordillo, en víspera del vencimiento de su
toma de nota al frente del SNTE, mientras el jumento Calderón cometió la
burrada de mandar a un médico al frente de la Secretaria de Educación.
Así, mientras el país se convulsiona entre burradas, maistros y aviones, el pueblo sobrevive
esperando menos burros y más olotes.
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