Manita de puerco

Fuente Ovejuna | Salvador Cosío Gaona

Luego de destapar con sus cínicas declaraciones una de las cloacas más putrefactas del gobierno de Felipe Calderón, Elba Esther Gordillo, habilidosa politiquera, hizo manita de puerco al gobierno federal y encueró el oscuro acuerdo con que pactó posiciones a cambio de la alianza con que impulsó a Calderón hacia Los Pinos.
Después de la debacle panista, audaz y astuta como se ha manejado desde que Carlos Salinas de Gortari la ungió en 1989 como Secretaría General del SNTE, Gordillo Morales, se desmarcó de su reciente pasado para asegurar en el clientelismo electoral su enquistamiento en el poder.
Cual folclórica canción de “rata de dos patas”, acusa y fustiga a quienes fueron sus incondicionales en afán de erigirse como defensora de la legalidad, transparencia y rendición de cuentas, al tiempo que sus hoy amistades incómodas la señalan por haberles exigido estratosféricas mensualidades para sostener Nueva Alianza y otros gastos personales.
El mismo cochinero que involucra tráfico de influencias, compadrazgos mezquinos, oscuros acuerdos, alianzas perversas, impunidad, corrupción, cinismo, desvergüenza, ratería, desdoro y mil adjetivos más que causan hartazgo, asco y repulsión, acontece en Jalisco, donde el auditor superior, que ya no es digno de confianza ni credibilidad, sigue absurdamente sostenido en el cargo por la complicidad de muchos legisladores que de dientes para fuera piden su salida, pero al momento de emitir su voto, se ausentan, desdicen o se abstienen.
No es aletargando el asunto, acusándolo con elocuente retórica, ni mandándolo a comisiones administrativas, ni simulando posiciones mediáticas como se debe poner fin a tan vergonzoso caso; los hechos son los que cuentan y si el Auditor se queda es porque existe manifiesta complicidad o demasiado compromiso para dejarlo.
Qué factura tan grande le están pagando los priistas a Godoy que se empecinan a defenderlo sin importarles el descrédito social, de qué tamaño será el interés que tienen que cuidar y el bochornoso pasado que ocultar.
En este río revuelto, desbordado por todo el país, hace eco lo expresado por el periodista Carlos Loret de Mola, quien al referirse a la jornada electoral del domingo pasado, señala: “Los resultados de ayer confirman como en procesos anteriores, que se institucionalizó el cochinero electoral, todos lo usan, todos lo avalan”.
Son estas prácticas abusivas y reprochables las que alimentan el hartazgo y descontento generalizado de la sociedad. Los ciudadanos exigen respuestas y resultados, ya basta de tanto cochinero y de seguir expectantes mientras los que detentan el poder siguen haciéndose manita de puerco para sobresalir uno sobre otro a costa de lo que sea.
La sociedad organizada debe seguir impulsando con fuerza y sin demora mayor participación en la vida pública del país, despartidizar las instituciones y ciudadanizar el poder en beneficio de todos.

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